De unos años a esta parte, estamos viviendo nuevamente la era del miedo. El coronavirus, que originó la pandemia, nos ha tenido muy asustados, y poco a poco hemos ido superando el miedo. Ahora nos siguen asustando, y nos anuncian una nueva ola para el próximo verano, lo cual nos hace pensar que tenemos unos grandes videntes. Luego vino el volcán de la isla de La Palma, que nos dio mucho miedo, por lo que pudiera ocurrir a sus habitantes, qué por cierto, siguen esperando las ayudas que se les prometió. Y ahora la invasión de Ucrania por Rusia, cuyo líder, que justo da la talla, tiene acongojado a todo el planeta. Según los medios de información, se le cataloga como uno de los hombres más ricos del mundo, cuya fortuna se estima en unos 200.000 millones de dólares, millón arriba o millón abajo. Como consecuencia de esta acción bélica, nos tiene asustado, y mucho, el precio de la luz y de los carburantes, que pueden desencadenar un derrumbe de la economía. Pero lo que verdaderamente más miedo nos da es que llegaran a utilizar armas atómicas, Dios no lo quiera.