Fue un eslogan que se dio en un tiempo atrás, cuando éramos mas felices. Hoy sonreír nos cuesta más, ya que han logrado asustarnos con la pandemia tan curiosa que vivimos. Se empezó a hablar de ella a finales del año 2019, cuando se descubrió en Wuhan (China) por unos científicos que al poco tiempo fallecieron, si bien no se sabe “si los fallecieron” Nos dijeron que el virus venía de los murciélagos, pero que no estaban muy seguros. Poco a poco nos han ido anunciando nuevas cepas, nuevas olas, y la última ómicron, que es la que está actualmente en vigor, y que al parecer no debe ser tan lesiva como el covid qué, por cierto, no sabemos por qué se le coronó. Hoy sonríen sobre todo las empresas farmacéuticas. Leíamos recientemente que en Corea del Norte habían prohibido reírse y obviamente contar chistes en señal de duelo por el décimo aniversario del fallecimiento del anterior líder. Así que los norcoreanos no se atreven ni a sonreír, por la cuenta que les trae.