Juan Fandiño, en este país el que quiere ser torero tiene que irse allí abajo. Tú lo hiciste. Tenías una ilusión, pasaste frío y calor, dormiste en estaciones, sufriste y aprendiste a torear. Nadie te regaló nada. Luego volviste a casa, a Bilbao, y tuviste problemas para torear. Les demostraste, peldaño a peldaño, y triunfaste; en Bilbao, Madrid y otras plazas. Fuiste en 2015 el mejor torero de la temporada. Pelotari, txistulari y torero grande. Este año toreabas en Bilbao, pero en Azpeitia y Donostia no te pusieron, en tu tierra. Triste y lamentable.
Fue en un pueblo de Francia. Hiciste un quite y entraste en la historia del toreo. Que Dios te reparta mucha suerte, te la mereces. Va por ti maestro. De luto van tres jinetes por la plaza de Orduña, que dicen que han matado a un torero valiente.