El viceconsejero de Transportes del Gobierno Vasco alude a supuestas normas europeas para sustituir el funicular (la empresa dice que sí las cumple) y cita 3 problemas :

1 . Ausencia de cristales "incompatible con la seguridad". Sin cristales siguen funcionando los de Interlaken, Brienz y Lucerna en Suiza o en la UE : St. Hilaire de Touret, Du Capucin, la jardinera del tranvía de Soller, y aquí al lado la del tren de Larrun.

2 . No entran los coches de niño. ¡Son plegables, señor Gasco!

3 . No accesibles para sillas de ruedas. Añadan a los ejemplos anteriores el tren txu-txu y decenas de funiculares, entre ellos el de Montecatini o los de Sant Joan y la Cova en Montserrat . Además en Igeldo existe la alternativa de subir en coche o coger el autobús de línea. Ni siquiera los cercanías de Renfe lo son, y a ningún responsable de transportes se le ocurre desmantelarlos. ¿Acaso va a cerrar el tren de vapor y todo el museo de Azpeitia porque el acceso a los trenes es imposible en silla? Vista su gloriosa actuación en este museo no me extrañaría.

La única diferencia que se me ocurre entre nuestro funicular y estos europeos sobre los que no pesa la amenaza de desaparición es que allí no tienen la suerte de disfrutar de políticos como los nuestros.

Ante el "no hay nada que hacer" de este señor y el "no hacen nada" de sus colegas de corporación muchos donostiarras en desacuerdo con este despropósito están firmando y uniéndose al grupo de Facebook "Salvemos el funicular". ¿Dejamos que se lo cargue o lo salvamos? ¡Usted decide!