Azpeitia cuenta con uno de los más afamados museos del ferrocarril del mundo. Su director, Juanjo Olaizola, ha sido el artífice del mismo y, siendo un excelente y apasionado conocedor del ferrocarril, es autor de 20 libros, coautor de doce obras, ha publicado 63 artículos y ha intervenido en once exposiciones y 17 actos de comunicación, versando tan profusa obra sobre el ferrocarril. La merecida fama de Olaizola ha conseguido que Azpeitia y Euskadi sean conocidos en toda Europa y allende los mares. Sorpresivamente, el "mando político" pretende sustituir a Olaizola por Maitane Ostolaza, cuyos méritos en el campo de la historia de la educación, la política y la religión en Euskadi son muy importantes pero carecen de toda relación con el ferrocarril. No tengo el gusto de conocer a ninguno y me baso en los datos objetivos que conozco (libros y artículos de Olaizola e informaciones de ambos en Internet), pero mi conclusión es tan sencilla como obvia: cambiar a un experto del ferrocarril, con más de 20 años de experiencia, estudio y publicaciones por una experta en campos totalmente ajenos al tren, aparece como una injusticia y una iniquidad que pagaremos todos, empezando por el ferrocarril.