Existen lugares que desde que los paseas por primera vez, sientes que son únicos y que aportan una esencia fresca a nuestra sociedad cultural. Podríamos dibujar piropos en el aire sobre ese lugar, al cual hoy estas palabras rinden un aplauso, pero el viento en el tiempo se los llevaría y hoy necesitamos manos y personas que nos ayuden a que sus raíces sigan ancladas en nuestros días.

Hablamos del Leize Gorria de Donostia. Un oasis en el que se puede escuchar música en directo, poesía, intercambiar idiomas, cantar, dejar tus huellas en sus jam sessions, organizar fiestas originales, y pasar un instante diferente y mágico cuando las estrellas andan sueltas por la noche. Esta isla en medio de un océano de mareas huérfanas de cultura se aleja a la deriva. El Leize Gorria pliega sus alas y cierra su actividad, quizás una de esas noticias que nunca deseas escuchar. Sin querer, cuando un local entra en su etapa adulta, se nos hace común su presencia y no la valoramos en su medida, la plata se escurre por las rendijas de los olvidos, y los silencios no alimentan? No deseamos tener que echarlos de menos. Desde este lugar, tu lugar, queremos no solo transmitir nuestro apoyo al local, sino ponernos en pie y rescatarlo del abismo de un cierre inminente.