En un contexto asfixiante de nacionalismo impositivo español, nos resulta absolutamente repugnante a muchos vascos su draconiana tarea de asimilación española con respecto al pueblo vasco. Esto antes se hacía con las armas, hoy ustedes lo hacen con los medios de comunicación, una legislación adulterada, y la amenaza y la desvergüenza chulesca de imputar a los que les precedieron de xenófobos, fanáticos e insensibles con el terrorismo.
No les voy a volver a repetir los pasos celosamente calculados y llevados a la práctica respecto al desmantelamiento de las señas de identidad de nuestro pueblo. Pero una vez más no se confundan, la mayoría social y política de este país no los acepta y ello está provocando una bolsa de indignación de efectos muy peligrosos para la convivencia. Les podía añadir muchas cosas, pero para terminar sólo una. A pesar de la "pelotilla" que intentan hacer a la diáspora vasca, no aparezcan ante ella en su viaje a América con las ideas que ustedes ponen en práctica en Euskadi, ni con la camiseta de la Roja, a la cual según sus propias palabras se sienten tan unidos.
Los vascos de ultramar aman y sienten su tierra, su origen y su cultura mucho más que lo que ustedes les representan y no les van a permitir dobles palabras ni gestos vacíos de contenido. Todo lo demás ya nos lo contarán los medios de comunicación a su servicio.