Hace un mes vi en ETB1 el programa de Oh happy day, en el que participó la Asociación de Personas Sordas de Gipuzkoa (APSG) junto con un grupo de ciegos. Fue una experiencia positiva, pero la actuación de los integrantes del grupo de la APSG se quedó mutilada para el colectivo de personas no oyentes. En primer lugar, porque la presentación no llevó subtítulos, y luego porque varias escenas en las que el lenguaje de signos era decisiva quedaron cortadas por los movimientos de la cámara.
Por otro lado, en EiTB sólo el Teleberri y unas pocas películas están subtituladas. Desde hace doce años ha habido pocos avances. La Federación Vasca de Asociaciones de Personas Sordas (Euskal Gorrak) y la Federación Vasca de Asociaciones De Padres y Amigos de los Sordos (FEVAPAS) llevan años luchando para que aumenten las horas de programas subtitulados, pero EiTB sólo da migajas.
En los programas Uyyyyy!, Vaya Semanita, documentales y otras emisiones de ETB2 no hay subtítulos. Me sorprendió que un canal privado, el 7, que pertenece a Telecinco, subtitulara el programa Vaya Semanita, producido por ETB2.
Hay en el ámbito de emisión de EiTB unas 75.000 personas sordas o con deficiencias auditivas, que pagamos impuestos como el resto de la ciudadanía. El Gobierno Vasco, con nuestro dinero, financia un grupo de comunicación que tiene desatendida a una parte importante de su audiencia potencial.
Las personas no oyentes (entre las que me incluyo) exigimos que, también nuestra televisión pública, elimine las barreras de comunicación. Tenemos derecho a ver y comprender los programas como la inmensa mayoría de la gente.