La imagen en los políticos es muy importante. Tanto que tienen asesores para que vigilen hasta el último detalle, porque se pueden mandar mensajes con el color de un vestido o de una corbata, con un peinado que parece descuidado pero que lleva mucho trabajo o con una marca local o low cost.

Y dentro de ese mundo cada político trata de construir una imagen propia, reconocible, que le aporte carácter, aunque a veces pueda cambiarse de un día para otro, como la actual ausencia de gafas de Alberto Núñez Feijóo o cuando Pablo Iglesias se cortó su característica coleta, aunque lo hizo justo tras abandonar la política (al menos la de primera línea), casi como si se tratara de un símbolo.

El look de Abascal

Uno de los políticos que se esfuerza en ofrecer una imagen muy reconocible es Santiago Abascal. El presidente nacional de Vox acostumbra a aparecer siempre con un rostro serio, con camisas y americanas que parece que van a reventar ante su interés por resaltar su anatomía y su masculinidad, e incluso con ropa militar pese a no haber realizado el extinto Servicio Militar.

Pero no es oro todo lo que reluce y parece que el líder de la formación de ultraderecha tiene algún complejo con su estatura. Según los datos que aparecen en algunas webs, el bilbaíno mide 1,80 metros, pero no debe de ser suficiente para él, al menos teniendo en cuenta lo que se ha podido ver en una foto que él mismo ha compartido en sus redes sociales.

De puntillas en la foto

Abascal se reunió este lunes con todos los presidentes provinciales de Vox y después posó con todos ellos en una foto de grupo en la sede del partido. Pero se ve que no esperaba que los sacaran de cuerpo entero, porque aparece de puntillas intentando parecer unos centímetros más alto, y eso que a su lado habían ubicado a algunos de los más bajitos.

Burlas en las redes

Y así publicó la foto (aunque probablemente ni sea él quien maneje sus redes). Nadie editó o recortó la imagen para que no se vieran los pies, pero la situación no ha pasado desapercibida para los usuarios de la red social X (antes conocida como Twitter). Las burlas han sido constantes y el post, que lleva casi millón y medio de visualizaciones, se ha llenado de respuestas en las que los tuiteros le ofrecen un taburete o un cajón, le preguntan si había llegado directo de clase de ballet y lo califican de "acomplejado".