Mientras muchos empresarios de la hostelería lamentan que no encuentran camareros para trabajar, principalmente cuando necesitan refuerzos en las épocas de vacaciones, muchos aspirantes a camareros y camareras se quejan de que las condiciones que les ofrecen son cercanas a la explotación, con jornadas interminables, horas extras que no se pagan y salarios muy bajos, incluso cotizando muchas menos horas de las que se trabajan.

La cuenta de X (antes conocida como Twitter) Soy Camarero, al frente de la cual está Jesús Soriano, un profesional de la hostelería de amplia trayectoria, se dedica a compartir en esa red social muchas anécdotas que surgen en su mundo, y buena parte de ellas son ofertas de trabajo indignas.

"No preguntes por las condiciones laborales..."

La última que se ha viralizado ha alcanzado casi 300.000 visualizaciones en un día en la red social de Elon Musk, con más de 3.000 likes y cientos de comentarios. En el post se comparte una captura de WhatsApp entre un o una aspirante a camarero o camarera y la persona que ofrece el trabajo. “Y recuerda, no preguntes por las condiciones laborales...”, titula Soriano la publicación.

Porque en esa conversación se ve claramente cómo al empleador le molesta muchísimo que le pregunten por las condiciones del trabajo, algo que toda persona que quiera aspirar a un empleo necesita conocer y es justo que se le explique con todo detalle. “Era por si me podías comentar un poco las condiciones del puesto, horarios, sueldo, etc. Por si no nos cuadra a ambos lo que buscamos”, plantea el aspirante a camarero.

"Esto no va a funcionar"

“Yo creo que esto no va a funcionar”, suelta el hostelero, al que no le han gustado esas palabras. “¿Por preguntar condiciones”, pregunta sorprendido el camarero. “Las horas están arriba. Es un puesto temporal”, le responde.

“Eso lo entiendo”, prosigue el demandante de empleo. “Por eso prefiero que seas franco. ¿Y sería fines de semana? ¿20 horas?”, insiste. “Lo soy”, contesta el empresario.

"Vamos a zanjar la entrevista"

Y ahí el jefe decide poner fin a ese necesario intercambio de información. “Vamos a cancelar la entrevista de hoy”, zanja, dejando claro que sólo busca empleados o empleados que acepten lo que sea sin rechistar.

En los cientos de comentarios, entre los que se narran numerosas experiencias muy similares, hay una avalancha de solidaridad hacia la persona que preguntaba por las condiciones del trabajo. “El que pregunta se acaba de librar de ser explotado. Si preguntas, eres demasiado espabilado y no te quieren”, reflexiona una usuaria llamada Rebeca.