El cuidado de la piel es importante para mantenerla saludable y con un buen aspecto.

Para ello, existen una infinidad de productos que se encargan de limpiar, exfoliar o hidratar nuestra piel, y la dermatóloga Leire Barrutia ha querido recomendar a sus seguidores sus cinco productos favoritos por menos de 20 euros: la crema espuma limpiadora de Cetaphil, un limpiador que deja sensación de limpieza e hidratación total; la crema Urea cica repair+, ideal para limpiar y exfoliar la piel corporal; la crema de ácido azelaico al 15% de Azéane; el bálsamo reparador avanzado de CeraVe para hidratar los labios, aunque también sirve para manos, codos o rodillas; y por último, la crema restauradora de MartiDerm, de la que destaca su gran acción reparadora.

Cuidar la piel no es una cuestión estética, sino parte esencial del bienestar diario.

La piel actúa como la primera barrera frente a agresiones externas —contaminación, cambios de temperatura o radiación solar— y mantenerla en buen estado ayuda a prevenir irritaciones, sequedad y envejecimiento prematuro. Una rutina sencilla basada en limpieza, exfoliación e hidratación es suficiente para conservar su equilibrio natural.

Limpieza: el primer paso para una piel sana

La limpieza diaria es fundamental para retirar restos de suciedad, sudor y partículas ambientales que se acumulan a lo largo del día.

Este paso evita que los poros se obstruyan y reduce la aparición de imperfecciones.

Se recomienda utilizar un limpiador suave adaptado al tipo de piel —seca, mixta o grasa— y evitar el agua demasiado caliente, que puede deshidratar. Realizar esta rutina por la mañana y por la noche ayuda a mantener la piel fresca, preparada para absorber mejor los productos posteriores.

Exfoliación: renovar para mejorar

La exfoliación elimina las células muertas que se acumulan en la superficie cutánea y dan un aspecto apagado.

Además, favorece la regeneración celular y mejora la textura de la piel. No es necesario exfoliar a diario: una o dos veces por semana es suficiente para obtener una piel más luminosa. Existen exfoliantes físicos —con pequeñas partículas— y químicos, basados en ácidos suaves. Elegir el adecuado depende de la sensibilidad de cada persona, pero siempre conviene aplicarlos con suavidad para evitar irritaciones.

Exfoliante facial. Oksana Fishkis

Hidratación: sellar y proteger

El último paso clave es la hidratación. Una buena crema hidratante ayuda a retener el agua en la piel y refuerza su función barrera.

Este gesto mantiene la elasticidad, previene la tirantez y protege frente a agresores externos. En pieles muy secas, las texturas más densas son una buena opción, mientras que las fórmulas ligeras funcionan mejor en pieles grasas o mixtas.

Adoptar esta rutina básica mejora la salud de la piel a corto y largo plazo, ofreciendo un aspecto más uniforme, suave y resistente. Una inversión sencilla en cuidados diarios que marca la diferencia.