Aguantar, machacar, gestionar. El Irudek Bidasoa Irun ha mostrado su potencial en la visita a Nava de la Asunción (30-35), donde ha vuelto a la senda de la victoria tras dos visitas consecutivas con derrota. Un gran ejercicio defensivo en la reanudación de la segunda mitad le ha servido para amasar un 0-7 de parcial que ha roto un choque que hasta ese momento los guipuzcoanos estaban sabiendo controlar.

Ha sorprendido desde el saque inicial Álex Mozas, que ha ordenado atacar con siete jugadores hasta el filo del cuarto de hora. Eran compases de igualdad, en los que las primeras ventajas han correspondido a un equipo segoviano que no ha acertado a irse dos goles arriba después de que Patotski sacara un siete metros a Valles.

Aun así, no había razón para perder los nervios, porque los fantasmas que aparecían en Nava en las dos últimas visitas y los que visitaron a la segunda línea guipuzcoana hace una semana ante Ademar de León parecían dormidos.

Tanto fue así que la primera ventaja de los dorados (que vestían su segunda indumentaria azul) ha llegado desde el extremo izquierdo de Xavi Tuà, máximo goleador de la noche (8 tantos) en un partido en el que también ha brillado Mario Nevado (5 goles), homenajeado en su regreso a Nava de la Asunción.

Con el paso de los minutos y aunque las retaguardias no terminaban de rayar a la altura que ambos técnicos desearían, el Irudek Bidasoa Irun ofrecía mejores prestaciones, con una dupla central compuesta por Francisco da Silva y Peciña que solo en la primera parte ha blocado tres ataques locales.

Como en Puente Genil

Desde ahí ha crecido el conjunto bidasotarra, que interpretaba un papel similar al de hace dos semanas en otra cancha peculiar como Puente Genil. Esa serenidad ante los pequeños embates, el octavo jugador necesario en estas pistas, se ha traducido en la máxima renta de la primera parte: 19-24 a falta de dos minutos y medio para el descanso, obra de Xavi González. Los extremos volvían a una línea notable en un enclave incómodo y ante unos porteros especialistas en comer la moral del rival si se tercia.

La reacción local ha puesto el 17-20 al descanso. Los equipos debían demostrar a la vuelta si ese recorte era fruto de un arreón local por no perderle la cara al partido o si el choque había cambiado de rasante.

El conjunto guipuzcoano estaba consiguiendo revertir las dos derrotas consecutivas en el pequeño pabellón. Para eso se había recetado paciencia, fortaleza defensiva y precisión en ataque. Aun así, comparecía lastrado por las secuelas físicas del partido contra el Ademar, que dejó KO a Marko Jevtic y a Dariel García, además de Eneko Furundarena, que prosigue su recuperación.

Por el momento, cumplía la presuposición de que era superior al octavo clasificado la pasada temporada, más si hablamos de un equipo que arranca etapa con interesantes balonmanistas pero en fase de construcción. Sin embargo, las intuiciones valen de poco si no se demuestran en la pista. Y de eso bien sabe el Bidasoa, con una historia plagada de derrotas inopinadas.

Ficha técnica

30 - Viveros Herol Nava (17+13). Patotski, Lufuanitu (4), Pasquet (5), Carró, Arzoz (1), Baptista (3), Reig (1 p.); Buda (1), González (3), Otero (1), Pugliase (1), Marugán (4, 1 p.), Carrión, Bandeira (2), Bonanno (2), Herranz (2).

35 - Irudek Bidasoa Irun (20+15). González (4, 1 p.), Rodrigo Salinas (4), Valles, Nevado (5), Tuà (8), Peciña (2), Esteban Salinas (2); Maciel (1), Skrzyniarz, Cavero, Wamba, Mujika (1), Mielczarski (3), Francisco da Silva, Nieto (2), Díaz (3).


Parciales. 4-3, 6-8, 9-11, 11-13, 13-16, 17-20; 19-24, 19-28, 21-30, 25-32, 27-34, 30-35.

Árbitros. Hoz Fernández y Riloba Pérez. Por parte local, excluyeron a Lufuanitu (18’24), Herranz (22’39) y al técnico Senovilla por protestas ostensibles (49’11). Por parte bidasotarra, a Peciña (3’26, 20’54), Francisco da Silva (17’46) y Gorka Nieto (54’49).

Incidencias. Cuarta jornada de la Liga Asobal en el pabellón Guerreros Naveros, con una veintena de aficionados guipuzcoanos.

Primorosa reanudación

El orden de los factores en balonmano importa y más en canchas como Guerreros Naveros. El conjunto local bien lo ha sabido: con un cuarto de hora por delante y la renta de 10 goles que firmaría el errenteriarra Julen Mujika, solo un descalabro visitante le podía meter en el partido por mucho que empujara la animosa hinchada navera.

No hubo de eso porque el Bidasoa ha tirado de la madurez que exigen muchos choques. No obstante, la recta final, con minutos para un gran Mielczarski y Endika Wamba ante la abierta defensa segoviana, dejara flecos para seguir mejorando con la vista puesta en partidos que el Bidasoa no pueda resolver como en tierras segovianas (30-35).

Siete de ocho; cinco de seis

Con siete puntos de ocho posibles, el Irudek Bidasoa Irun, que duerme líder de la Liga, ha sumado cinco puntos en tres compromisos en los que el año pasado sumó cero. Una buena manera de pensar en su regreso a Artaleku, cuando la Liga vuelva el viernes a las 19:00 horas con el choque contra el Bada Huesca. Después, el equipo guipuzcoano abrirá una nueva fase de la temporada, porque comenzará la fase de grupos de la EHF European League. Pero antes, Huesca.