El Bidasoa Irun no comenzó la Liga Asobal como le hubiera gustado, ya que perdió en la cancha del Benidorm (26-23), en un partido en el que fue a remolque desde el pitido inicial. No se habían disputado cinco minutos de juego, cuando los alicantinos llevaban tres tantos de ventaja (3-0), lo que obligó a Jacobo Cuétara a solicitar un tiempo muerto. El devenir de los siguientes minutos, hasta el descanso, no fue diferente y los de Fernando Latorre siguieron haciendo su camino, explotando las terminaciones desde los extremos. Los irundarras se sumían en un mar de errores y pérdidas sin encontrar el modo de contrarrestar el juego local. De este modo, el resultado al final del primer tiempo (16-11) pesaba una barbaridad en las huestes de Artaleku. Una vez más, se ponía de manifiesto que el cuadro benidormense se le atraganta al Bidasoa.

Si en el primer periodo la máxima diferencia local se situó en seis goles (16-10), no lo fue menos en los primeros minutos del segundo tiempo, ya que, diez minutos después de reanudarse el juego, las cosas seguían parecida marcha (20-14). 

Era impensable que el Bidasoa dispusiera de opciones para ganar. Las tuvo, después de hacer lo más difícil, porque los irundarras protagonizaron un espléndido parcial (2-8) para dejar las cosas en máxima igualdad (22-22) a falta de cinco minutos para el final. El capitán Azkue lideraba lo que se intuía como remontada. Ventaja perdida y obligado tiempo muerto del entrenador local. 

Aún el tanteador reflejó un nuevo empate (23-23), antes de que los locales se llevaran el gato al agua con tres goles seguidos de Nikcevic, Parker y Ramiro Martínez, por ninguno de su rival, que no acertó en sus remates, como le sucedió en distintos pasajes del partido.

El portero local, clave

Alguna de las cuestiones claves del encuentro pasaron por la aportación de la portería. El internacional Rodrigo Rodríguez Lario ofreció mejores porcentajes que los dos guardametas debutantes en el Bidasoa. El Benidorm se comportó de modo más regular que su oponente y puede ser muy controvertida la nueva norma de los lanzamientos a la cara del portero. Las dos exclusiones de Rodrigo Salinas fueron por ello. Como es interpretación de los árbitros, a falta de recursos técnicos (como el VAR), en buena parte de los partidos surgirán las broncas.

Otra de las claves del encuentro pudo estar en la forma de defender. Los locales plantearon un 5-1, presionante y muy trabajado, que dificultó la habitual maniobra del ataque irundarra. También el Bidasoa defendió de esa manera muchos minutos, pero no dio la impresión de sentirse cómodo. Quizá eso provocó los errores de lanzamiento que terminaron por ser determinantes. l