Mikel Odriozola es, desde hace un par de meses, el entrenador del Guuk Gipuzkoa Basket que milita en la LEB Oro. Donostiarra, licenciado en Bioquímica y doctor en Química, lleva toda la vida ligado al baloncesto. Aunque hasta hace un par de años vivía el mundo del deporte de una manera totalmente amateur, le llegó la llamada de Iñaki Jiménez para ofrecerle la oportunidad de ser el entrenador ayudante del Iraurgi de Azpeitia. Desde entonces, su carrera como entrenador profesional no ha dejado de crecer, y ahora afrontar el reto de entrenar al Gipuzkoa Basket.

Lo primero de todo, ¿que tal está? ¿Cómo lleva ser el entrenador de todo un Gipuzkoa Basket?

La verdad es que estoy bien. Dentro de la presión que cada uno se pone para intentar hacer las cosas de la mejor manera posible, estoy bastante tranquilo. Intento no pensar demasiado en dónde estoy o en cuantos focos pueda tener. El objetivo es disfrutar de mi trabajo, venir con ilusión y enfocarme en el equipo, que es lo verdaderamente importante. He pasado muchas horas en la grada viendo a este equipo, y es una suerte tener la oportunidad de ser el entrenador.

El equipo no consiguió la victoria en Lleida, una cancha en la que le costará ganar a todo el mundo, y la semana pasada estreno el casillero de victorias con un trabajado triunfo ante el Tizona. ¿Qué valoración hace del comienzo de su equipo?

El equipo está con ganas y con mucha ilusión. Y, sobre todo, está trabajando muy bien. Pero es verdad que tanto yo que soy un entrenador nuevo en el equipo, como los jugadores, nos tenemos que ir adaptando a la manera de trabajar que tenemos, a las dinámicas que nos gustan… En definitiva, tenemos que seguir trabajando para automatizar todo mejor y diría que tenemos mucho margen de progresión. Es verdad que hemos tenido ciertos problemas en pretemporada que no nos han dejado prepararnos como queríamos, pero eso les pasa a todos los equipos, y la competición no espera. El segundo partido fue mejor que el primero, y el objetivo es que el siguiente sea mejor. Tenemos que seguir creciendo día a día.

¿Qué es lo que más le ha costado en este comienzo de temporada como entrenador?

No te diría que hay algún aspecto que me haya costado muchísimo más por el hecho de estar aquí y no en el Iraurgi. Lo que más cuesta siempre es adaptarte a los nuevos entornos, al nuevo grupo, e intentar optimizar todo los más rápido posible. Al final, el trabajo de todo entrenador se basa en fortalecer los puntos fuertes del equipo e intentar minimizar y mejorar lo que se hace peor. Todavía seguimos en ese proceso.

Al fin y al cabo, se trata de encajar todas las piezas del puzzle.

Eso es. Ese trabajo requiere tiempo, y seguimos trabajando. La predisposición de los jugadores ha sido muy buena desde el principio, y aunque todavía muchos jugadores, y probablemente yo mismo, no estamos a nuestro mejor nivel, somos conscientes de ello y seguimos mejorando. Pero hay que ser conscientes de que el deporte de élite no entiende de largas esperas. La liga tiene un nivel altísimo, y no es fácil, pero hay que trabajar para cumplir los objetivos y salir a ganar todos los findes.

¿Cómo ve al equipo? La lesión de larga duración de Aitor Zubizarreta no habrá sido de buen gusto.

Bueno, el equipo está todavía en construcción y te diría que no somos los únicos. Hay equipos que llevan el trabajo más hecho de otros años, y otros que tenemos más trabajo por delante. Estamos bien, pero necesitamos tiempo. Y la lesión de Aitor, nos ha trastocado los planes. Aitor es un jugador que nos da muchísimo en el día a día, y para intentar suplir su baja hemos incorporado a un jugador rookie que ha salido por primera vez de Estados Unidos. Intentaremos que sea en el menor tiempo posible, pero esta adaptación también requiere tiempo. Por lo demás, creo que tenemos un equipo competitivo y equilibrado. Sabiendo cual es nuestra realidad en la liga, y teniendo claro cuál es el trabajo que debemos de realizar, seremos un equipo difícil de ganar. Nos falta algo de talento, pero tenemos mucho oficio.

¿Cuáles diría que son las mayores fortalezas de este grupo?

Diría que nuestra mayor fortaleza es el oficio, el ser perseverante, el ser pesado en el día a día… eso no se negocia. Tenemos muchos jugadores conocedores de la liga y del club, y esto nos ayuda. Ahora me toca a mí intentar que esas fortalezcas reluzcan.

También han fichado a Iria Uxia como entrenadora ayudante, y ya llevan dos meses trabajando juntos. ¿Qué tal está siendo la experiencia?

Tanto ella como yo estamos muy contentos. Lo mismo que te he dicho de la plantilla, se aplica al staff. Iria y yo venimos de formas distintas de trabajar, y todavía seguimos conociéndonos, pero estamos disfrutando mucho del día a día y aprendiendo el uno del otro.

¿Cómo se reparten el trabajo en el día a día?

Hay mucho trabajo que no se ve. Por un lado, está la preparación de los entrenamientos y el entrenamiento en sí, pero por otro lado está la parte de la preparación física, o el trabajo más individual. Intentamos individualizar mucho el trabajo a nivel de tiro o de preparación física. Y, por último, está la parte del vídeo, que también nos exige muchas horas. Siempre realizamos un trabajo de análisis grupal e individual de los rivales, y también de nuestro equipo. Son muchas horas que no se ven, y por eso es tan importante tener un buen staff que esté preparado para afrontar esta exigencia.

¿Qué objetivos deportivos le marca el club? Y usted, como entrenador, ¿qué objetivos se marca?

El objetivo deportivo del club desde el principio ha sido muy claro, entrar en el play-off. Tenemos que ser conscientes que hay presupuestos más altos que los nuestros, y que el nivel de toda la liga se ha igualado mucho. Esto hace que haya que competir mucho y bien para poder conseguirlo. Una vez consigamos este objetivo, si lo conseguimos, pues ya veremos, pero el objetivo es estar entre los nueve primeros. Lo que pasa es que somos muchos los equipos con este objetivo, y esto quiere decir que no será fácil entrar. Mi objetivo, por supuesto, es el mismo que el del club. Pero de momento sigo centrado en mejorar nuestro baloncesto.

El próximo rival será el Oviedo, el domingo fuera de casa, y después reciben al Fuenlabrada y viajarán a Sevilla para enfrentarse al Betis. Dos recién descendidos y un Oviedo que, aunque no entraba en las quinielas de los favoritos, llega tras ganar a Estudiantes y Burgos. ¿Cómo afronta el equipo estas citas?

El equipo está con ganas, pero es muy consciente de lo que costará ganar. Oviedo no entraba en las quinielas de favoritos, pero ha hecho dos jornadas espectaculares jugando un baloncesto increíble. Además, diría que Pumarín, su campo, es uno de los que más aprieta en toda la liga. Será un reto bonito, pero difícil. Y en cuanto al Fuenla y al Betis, son dos equipos recién descendidos que seguro que tienen como objetivo volver a la ACB. Tendremos que jugar a un gran nivel si queremos ganar. Este año no habrá rival fácil.

¿Cuáles son las claves para ganar el domingo?

Una de las claves siempre es el rebote. Y luego, jugar muy duros en defensa. En Pumarín tenemos que competir los 40 minutos si queremos ganar. Burgos fue ganando de 16, y les remontaron.

¿Dedica mucho tiempo a estudiar al rival?

Bueno, creo que hoy en día todo el mundo estudia mucho al rival. La LEB Oro es una liga con una carga táctica muy grande, y eso requiere de un buen trabajo de análisis. Pero como entrenador siempre intento recalcar que es muy importante estudiarnos a nosotros mismos y mejorar en lo que somos. Si solo analizas al rival pierdes tu esencia, y nosotros tenemos que mantener nuestra esencia.

Acaba de hablar de la esencia. ¿Cuál tiene que ser esa esencia del GBC?

Nosotros buscamos ser un equipo muy duro, difícil de ganar. Y una vez consigamos ser duros atrás, intentamos correr y jugar rápido.

Ya han conseguido la primera victoria en su cancha. ¿Cómo de importante es para un entrenador de la casa que el público apoye al equipo?

Es sin duda, muy importante. Esta es mi casa, y tener a gente que te apoya quiere decir que estás haciendo un buen trabajo y que la gente te lo reconoce. El otro día, antes del primer partido en casa tenía unas sensaciones muy raras. Al final, he estado muchas veces viendo al Gipuzkoa Basket en la grada, y ahora me toca a mi dirigir desde el banquillo. Cuanta más gente consigamos enganchar con nuestro baloncesto, mucho mejor.

¿Cómo ve la liga?

Desde que se han recuperado los ascensos la liga ha recuperado el atractivo que tenía, ahora todos quieren poder estar en la lucha. A priori, todos dicen que los tres favoritos son Estudiantes, Burgos y Coruña, pero ya lo veremos. El año pasado Palencia no partía como favorito, y ahora están donde merece. La de este año será una liga en la que se pueda perder en cualquier campo.