- Steph Curry lució su alma competitiva durante la madrugada de ayer sábado y dos días después de disparar las alarmas por una lesión en un pie, selló un doble de 43 puntos y diez rebotes para darle a los Golden State Warriors un triunfo por 107-97 ante los Celtics en el TD Garden de Boston e igualar 2-2 las finales de la NBA. Curry aguó a base de triples la fiesta de los Celtics, que podían dar un golpe a la serie en caso de victoria, y devolvió la ventaja de campo a los Warriors, dueños de su destino en el Chase Center.