donostia. Uno de los grandes protagonistas en el duelo contra el Real Madrid fue Andy Panko. En la primera mitad su juego deslumbró a Illunbe, ya que anotó 19 puntos en esos 20 minutos. Todo parecía augurar que sería el gran día del de Harrisburg, pero Laso dejó muy claro a sus jugadores al descanso que no quería ni una canasta suya más. Los piques con Velickcovic o Singler se sucedieron desde el inicio del encuentro, y de hecho los árbitros señalaron una antideportiva al jugador del GBC en la primera parte. Pero a falta de pocos minutos para el final, cuando el partido estaba en la mitad de la balanza, Andy volvió a sacar el látigo y la segunda antideportiva le mandó al vestuario.
Sito Alonso pidió a Panko que tardase un poco en abandonar la cancha, para que se pudiera sentir el fervor de la gente. "El público ha hecho de Panko", señaló el técnico del GBC al final del partido. Él fue consciente de ello y cuenta que "estaba en el vestuario y podía oír los gritos de los aficionados. Fue genial. Nunca había visto algo así, quizá en Grecia. Definitivamente nos ayudaron, cambiaron el rumbo que estaba cogiendo el partido. Nunca había visto a los aficionados reaccionar así en los cinco años que llevo aquí y nos ayudaron a ganar".
Sobre su exclusión del choque, el Sheriff aseguró que fue "una falta muy dura por mi parte, pero no pienso que sea antideportiva porque no quería hacerle daño". Panko no está enfadado. Aunque tuviera que esperar en el vestuario para saber si su equipo ganaba o perdía. "I'm happy -soy feliz-", confiesa. El responsable, una vez más, el entrenador: "Hablé al principio del año con Sito porque antes me enfadaba con las faltas, los árbitros o los jugadores, y este año estoy intentando olvidarme de todo eso. No puedo cambiar las faltas, tengo que respetarlo y seguir jugando. No voy a malgastar mi energía".