hondarribia. Dos victorias seguidas por primera vez en la temporada y se han ganado el derecho a soñar con entrar en Europa. Contento, ¿no?
Sobre todo, contento por las jugadoras, que estén viendo ahora su trabajo compensado. Es duro trabajar semana tras semana y no ver nada. El trabajo hecho durante la temporada se está reflejando ahora en los partidos. Hemos dado con la idea de equipo que queríamos, tanto en los sistemas de juego como en la colocación de las jugadoras, y estamos contentos, sí.
En el tramo final de la primera vuelta un par de derrotas en casa contra Ibiza y Obenasa crearon dudas.
Nosotros somos los mayores críticos del equipo. Cada semana analizamos lo que ha ido bien y mal. Al principio de temporada el equipo no iba como nosotros queríamos. Primero hicimos un cambio de posiciones, pero el equipo seguía sin funcionar y a partir de Navidades hubo un cambio de sistemas y parece que dimos con la tecla. El equipo se encuentra más cómodo y juega mejor ahora.
Habla de cambios de posiciones. Natasha Lacy fichó como base, pero ahora juega como escolta y está jugando mucho mejor ahí.
Yo lo he visto así, pero seguro que la coge otro entrenador, la utiliza de base y estaría dando resultado. Nosotros, por la composición de equipo que teníamos, hemos visto que era conveniente así, y de esta forma estamos tirando adelante.
Ana Suárez ha cogido ese puesto de base titular y está jugando su mejor temporada en el Hondarribia-Irun con diferencia.
Estamos muy contentos con ella, no ha parado de trabajar y de hacerse cada vez más fuerte psicológicamente. Le hemos dado esa confianza que necesitaba y el equipo está rindiendo bien con ella. Lo único que hacemos es animarla para que siga trabajando día a día porque aún tiene un gran margen de mejora y puede ser una gran base de cualquier equipo de la Liga Femenina.
Una de las claves en la mejoría del equipo es que por fin puede contar con la plantilla al completo tras una primera vuelta con muchas lesiones.
En toda la primera fase de la liga hemos estado entrenando con siete u ocho jugadoras y hemos tenido con nosotros chicos que nos han ayudado de forma impresionante en los entrenamientos, y eso es algo que tenemos que agradecer. Ahora tenemos a toda la plantilla disponible. DeForge no está al nivel del año pasado, pero lo asumimos porque está en pleno proceso de recuperación; nos está dando trabajo en los entrenamientos y está aportando mucho. Ella muchas veces tiene dudas, es normal, pero estamos encantados con ella.
Con las diez jugadoras sanas, tiene entre manos una plantilla larga y con muy buen nivel.
Sí, sí, la realidad es ésa. Planteamos el equipo alrededor de DeForge, pero tuvimos la desgracia de que en la pretemporada se lesionara, por lo que todos los planes se vinieron abajo y hemos ido recomponiendo el equipo. Espero que tengamos tiempo de seguir reconduciendo la temporada de aquí al final de la liga.
Se han ganado el derecho a pelear por Europa.
Es la ilusión que tenemos. Ahora que hemos encontrado el camino y que el equipo ha encontrado la línea de juego adecuada, queremos luchar por esos puestos europeos. Sabemos que es difícil, pero vamos a jugar contra equipos que luchan por lo mismo y queremos intentarlo.
Solo quedan seis jornadas y ahora es cuando mejor están. Se les va a hacer corta la liga.
La liga es corta de por sí (26 partidos), y hay que estar a tope todo el campeonato. El cupo de fallos lo tenemos súper cubierto ya y no podemos fallar; tenemos que ir a tope y cada partido para nosotros va a ser una pequeña final. La pelea por Europa va a ser ilusión y motivación para nosotros.
¿Qué le transmiten desde el club?
El club es ambicioso, pero supo mantener la calma en momentos de cierto nerviosismo y no nos metió más presión. En ese sentido estamos contentos y, ahora que hemos encontrado el camino, queremos conseguir el objetivo del club, que es intentar meterse en Europa.
Usted subió al equipo a Liga Femenina hace ya ocho años y este pasado verano volvió. ¿Cómo se está sintiendo?
Me he encontrado muy bien, también hay que decir que el grupo humano que tengo es impresionante. Las chavalas son de un nivel humano tremendo, trabajadoras a tope, y me lo han puesto fácil. Me he tenido que adaptar a la categoría y a ellas. Todos hemos cometido pequeños fallos, pero gracias a Dios los hemos enmendado y ahora vamos en la misma línea.