- El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, aseguró ayer que sus intentos de elegir a un mujer como presidenta de Italia fueron “saboteados” y que “alguien del centroderecha desapareció y traicionó” la alianza en la elección presidencial, que ha mostrado grandes diferencias con sus socios y en particular con Giorgia Meloni, la líder de los Hermanos de Italia, también perteneciente a la extrema derecha. “Faltaron votos”, tal y como argumentó Salvini sobe una elección que hubiera cambiado la historia del país transalpino.

Cabe recordar que a finales del mes de enero, la Liga, Forza Italia y Hermanos de Italia lanzaron a bombo y platillo la candidatura de Elisabetta Casellati, exabogada de Berlusconi y presidenta del Senado. También se barajó el nombre de Elisabetta Belloni, la responsable de los servicios secretos italianos, aunque finalmente ni una ni otra consiguieron el respaldo suficiente para alcanzar el Quirinal.

“La batalla del Quirinal (sede presidencial italiana) duró una semana. Alguien del centroderecha desapareció y traicionó. Faltaron decenas de votos”, explicó Salvini apuntando a sus socios como responsables del fracaso de las propuestas de la coalición para ocupar la jefatura del Estado, en la que finalmente repetirá el veterano Sergio Mattarella, de 80 años, tras la incapacidad de los partidos para ponerse de acuerdo en otra candidatura. Salvini mantuvo numerosos encuentros con las formaciones del centroderecha para aupar a su candidata -Casellati-, si bien las conversaciones mantenidas no arribaron al puerto deseado. No fue aceptada por una mayoría y obtuvo 382 votos de las 550 papeletas para que certificara su elección. Después se abrió la enésima guerra de las formaciones de derecha en Italia, con crudo cruce de enfrentamientos entre todos los partidos -sobre todo entre la Liga, Forza Italia y Hermanos de Italia- y una desunión como no se había visto en muchos años.

“Podríamos haber elegido a una mujer para el Quirinal, era mi compromiso y habría sido una hermosa señal para el país”, tal y como agregó Salvini, líder de la Liga que reivindicó con “orgullo” sus “numerosos intentos, a veces en solitario, de elegir a una mujer” como presidenta. Sin embargo, todos sus intentos cayeron en saco roto. Fueron “rechazados y saboteados por los demás”, ahondó. El líder ultraderechista, que este pasado sábado había asegurado que la coalición de centroderecha formada con Hermanos de Italia y la conservadora Forza Italia (FI), de Silvio Berlusconi, “se había disuelto como la nieve al sol”, lanzó ayer un llamamiento a sus socios para recuperar “la unidad y el orgullo” si quieren ganar las próximas elecciones, en las que los sondeos les dan como claro favorito.

“El centroderecha es mayoría en el país. Muchos votantes están enojados, decepcionados, distanciados y se abstienen. Tenemos un año para demostrar de qué estamos hechos y no dejar que la izquierda gane”, según Salvini expuso sobre los comicios, rechazando de manera tajante hipotéticos pactos con el ex primer ministro Matteo Renzi (Italia Viva) o el centrista Clemente Mastella.

El número dos de Berlusconi, Antonio Tadjani, por su parte, intentó minimizar los efectos colaterales de la elección presidencial y apostó por una coalición unida. “Después de las elecciones, siempre hay sacudidas. Debemos presentar a los votantes un centroderecha renovado que mire hacia el futuro”, dijo el coordinador de FI. “Tenemos las ideas muy claras, por eso insistimos en el popularismo europeo”, añadió.

“Hermosa señal”. “Podríamos haber elegido a una mujer para el Quirinal, era mi compromiso y habría sido una hermosa señal para el país”. Así expuso Salvini la posibilidad de que Italia hubiera podido contar con una mujer al frente del Quirinal.

Mattarella. Malograda la elección en la Jefatura del Estado, en la misma repetirá el veterano Sergio Mattarella, de 80 años, después de la incapacidad de los partidos del centroderecha de ponerse de acuerdo en una candidatura conjunta.