El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha mantenido este martes el pulso a la Unión Europea y acusado de "chantaje" a quienes critican la sentencia del Tribunal Constitucional que cuestiona la primacía del Derecho comunitario, durante un debate en el Parlamento europeo en donde la mayoría de grupos ha censurado su deriva autoritaria y reclamado a Bruselas una respuesta contundente.

"El chantaje se está convirtiendo en una práctica habitual en algunos Estados miembro y no es esa la base de la democracia", ha asegurado Morawiecki en un discurso que ha pronunciado durante algo más de media hora, a pesar de que según los tiempos tasados le correspondían cinco minutos, los mismos que los previstos para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. "No me interrumpa", le ha espetado al vicepresidente de la Eurocámara que moderaba el debate y que le ha pedido concluir cuando pasaba los treinta minutos.

Tanto en su primera intervención como en la réplica final, el mandatario polaco ha defendido la sentencia del Constitucional de su país y rechazado las acusaciones de injerencia, al tiempo que ha considerado "chantaje financiero" que se baraje la congelación de fondos europeos como reacción a las reformas de su Gobierno que a juicio de la UE ponen en riesgo el Estado de derecho en la UE.

Morawiecki también ha criticado lo que considera una Europa "a dos velocidades" y que algunos socios quieran "señalar" a otros, también que no se cuestionen sentencias dictadas en otros Estados miembro y apuntado la connivencia de Alemania con Rusia por el proyecto del gasoducto Nord Stream 2.

"No escape. Hablamos de la primacía del Derecho comunitario, no huya del debate", le ha espetado Von der Leyen en una réplica severa con la que le ha avisado de que el desembolso de los fondos anticrisis de la UE para Polonia dependen de que "restituya la independencia judicial".

Von der Leyen ha argumentado que la legitimidad del Constitucional polaco está "en entredicho" y ha avisado de que Bruselas nunca ha perdido hasta ahora un caso abierto en defensa del Estado de derecho. Por eso, la jefa del Ejecutivo comunitario ha afirmado que tomará todas las medidas necesarias para proteger los derechos de los ciudadanos polacos frente a las amenazas aunque "lleve tiempo" evaluar la situación y construir un caso "robusto".

"La democracia y el Estado de derecho son más lentas que la autocracia porque escuchan a todas las partes antes de encontrar una solución, pero eso también nos diferencia de los dictadores de este mundo que piensan que la legitimidad se obtiene a base de fuerza", ha concluido Von der Leyen.

Pese a todo y frente a las críticas, el mandatario polaco ha considerado "inaceptable e inadmisible" el "chantaje financiero" y las amenazas de sanciones que dice recibir de parte de las instituciones europeas, en referencia al retraso en la aprobación del plan nacional polaco que permitiría a Varsovia acceder a los fondos europeos de recuperación.

Polonia solicitó a través de ese plan aún no aprobado un total de 36.000 millones de euros pero también tiene asignados otros 106.000 millones de euros en el presupuesto común para los próximos siete años, entre fondos de Cohesión y de la Política Agrícola Común.

Bruselas analiza aún su respuesta legal al desafío del Constitucional polaco pero entre las opciones está la de congelar una parte de estos recursos, en función de la gravedad de la situación.

El primer ministro polaco también ha defendido que Polonia es un país "con larga tradición democrática" y ambición europea que no quiere abandonar el bloque. Pero ha añadido que a pesar de lo "mucho en común" que comparten los países de la UE se debe también "aceptar y respetar las diferencias" y asumir que la Unión "no se desmantelará porque los sistemas judiciales nacionales sean diferentes".

En su defensa del fallo del Constitucional, el primer ministro polaco ha querido dejar claro que el Derecho comunitario debe tener primacía ahí donde los Estados miembro le han dado competencias pero ha cuestionado que pueda ir más allá. Por eso, ha acusado al Tribunal de Justicia de la UE de llevar a cabo una "revolución silenciosa" por la vía de sentencias para limitar la soberanía de los países.

"La UE tiene un enorme acervo, es una alianza económica y social enorme, pero no es un Estado. Los Estados son los Veintisiete, que son soberanos en Europa. Son los garantes y los dueños de los Tratados", ha remachado Morawiecki.

CENSURA DE LOS PRINCIPALES GRUPOS

En el curso del debate, los principales grupos en la Eurocámara han censurado la deriva antidemocrática del Gobierno de Morawiecki, al tiempo que han instado a la Comisión Europea ha tomar medidas concretas más allá de llamar al diálogo con Varsovia, con especial acento al mecanismo de condicionalidad que permite desde el pasado enero bloquear fondos comunitarios si su uso implica un riesgo para el Estado de derecho.

HUNGRÍA APOYA A POLONIA EN SU BATALLA LEGAL CONTRA LA UE

El Gobierno húngaro ha insistido hoy en su apoyo a Polonia en el conflicto que mantiene con la Unión Europea (UE) y ha respaldado que, en algunos casos, el derecho nacional prima sobre el comunitario.

"Estoy de acuerdo con el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, quien aseguró (...) que el principio de la primacía del derecho de la UE no es ilimitado, sino que sólo se aplica en los ámbitos que son competencia de la UE", aseguró hoy la ministra húngara de Justicia, Judit Varga, en la red social Facebook.

Según Varga "la burocracia de Bruselas" está ignorando las reglas "del club" cuando "chantajea" a Polonia y a Hungría con bloquear los fondos comunitarios "que le corresponden a estos países".

La ministra húngara afirmó hoy que "Budapest y Varsovia se mantienen firmes, hombro con hombro", y que la sentencia del Constitucional polaco "pone de manifiesto las prácticas problemáticas de las instituciones de la UE".

Hungría y Polonia son los dos países de la UE contra los que la CE ha abierto expedientes por violaciones del derecho europeo, entre otros en materia de separación de poderes e independencia judicial.