- Las relaciones de Polonia con su gran aliado transatlático, Estados Unidos, entran en una fase compleja que amenaza resquebrajar su “idilio” a raíz de una ley de medios que implicará la expulsión de un canal de televisión norteamericano, crítico con Varsovia.

La aprobación de esta ley, junto con otra reforma que limitará las indemnizaciones a las víctimas judías de la Segunda Guerra Mundial, ha desencadenado las críticas, tanto internas como internacionales, entre las cuales destacan las reacciones rápidas y contundentes emitidas desde Washington.

El secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, publicaba pocas horas después de la votación en el Parlamento un mensaje en sus redes sociales en el que aseguraba estar “profundamente contrariado” por un cambio legal que “amenaza la libertad de los medios de comunicación” en Polonia. Advertía de posibles consecuencias para las inversiones estadounidenses en el país.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, defendió el proyecto y aseguró que era “necesario endurecer el sistema para impedir que empresas de fuera de la Unión Europea compren medios (que operen en Polonia)” y de este modo prevenir “amenazas híbridas y peligros de desinformación”. Respondió a Blinken diciendo que “nuestros amigos americanos no tienen nada que temer”.

La reforma en cuestión es conocida como ley anti TVN porque restringe la existencia de medios de información de propiedad extranjera en Polonia y afectará especialmente al canal de televisión privado TVN, muy crítico con el gobierno ultraconservador polaco y perteneciente a una empresa estadounidense.

La otra reforma legal, referida a los derechos de restitución de propiedades forzosas, que quedarán limitadas a los casos de los últimos 30 años, ha sido también ampliamente criticada por varios países y no ha hecho sino tensar aún más las relaciones entre Varsovia y Washington, que atraviesan su peor momento en las últimas décadas.