- La Comisión Europea (CE) dio ayer una vuelta más a la turca y elevó el tono de su presión contra Hungría por su polémica legislación en contra del colectivo LGTBIG por la que se prohíbe hablar sobre la orientación sexual en escuelas y medios de comunicación. Así, Bruselas “tomará medidas” si el Gobierno de Viktor Orbán no rectifica esta medida, que está previsto que entre en vigor hoy mismo. El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, confirmó que el Ejecutivo comunitario está en conversaciones con Budapest para pedirle más compromisos antes de que Bruselas dé luz verde al plan presentado por el Gobierno húngaro para acceder a los 7.000 millones de euros que le corresponden del fondo de recuperación pospandemia.

La polémica legislación húngara, inicialmente planteada como una norma para luchar contra la pedofilia pero que ha despertado duras críticas por su carácter discriminatorio contra el colectivo LGTBIQ, dominó dos debates en el Parlamento Europeo, que tenía en su agenda matutina una discusión sobre la reciente cumbre comunitaria y sobre la nueva ley del país magiar.

En el debate sobre la cumbre de finales de junio, dominada en parte por la preocupación sobre la protección a este colectivo a raíz de la situación en Hungría, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que Bruselas “tomará medidas” contra Hungría si este país no “corrige” su polémica ley. “Si Hungría no corrige, la CE recurrirá a los poderes que le confieren los tratados. Vamos a recurrir a estos instrumentos sin prejuicio del Estado miembro que incumpla la legislación comunitaria”, indicó Von der Leyen.

La legislación “va profundamente en contra de los valores fundamentales de la UE: la protección de minorías, defensa de los derechos humanos, valores anclados en nuestros tratados”, señaló la alemana, quien aseguró contar con el respaldo de los líderes de la UE para utilizar “todos los instrumentos al alcance de la CE para defender estos principios”.

“Sobre estos principios no podemos hacer concesiones”, explicó la vicepresidenta de la Comisión para Valores, Vera Jourová, en el debate posterior. La protección de los niños contra la pedofilia “es un objetivo compartido”, añadió la comisaria checa, pero no debe usarse para “incluir artículos que violan derechos fundamentales y discriminan a una minoría basándose en su orientación sexual”.

Bruselas ya envió a finales de junio una primera carta de los comisarios de Justicia, Didier Reynders, y de Mercado Interior, Thierry Breton, para pedir explicaciones a Budapest por su nueva ley y expresar dudas por su compatibilidad con la legislación europea, no solo respecto a sus valores fundamentales sino a otras, como la ley de servicios audiovisuales.

De dar un paso más en este sentido, Bruselas iniciaría contra Budapest un procedimiento de infracción por violación de la legislación comunitaria que puede concluir con una denuncia de la Comisión Europea al país ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y en multas económicas.

Hungría presentó su plan de recuperación para acceder a los fondos de reconstrucción pospandemia el pasado 12 de mayo, por lo que el 12 de julio se cumplen los dos meses de los que dispone la Comisión Europea para evaluarlo y dar su aprobación. Si bien Bruselas ha dado hasta ahora su luz verde a todos los planes nacionales, desde el Parlamento Europeo se alzan voces que piden a la Comisión no validar el húngaro si se determina que los fondos pospandemia acabarían “contribuyendo activamente a la vulneración de los derechos fundamentales”; así lo pide una resolución que, previsiblemente, se aprobará mañana con amplio apoyo en la Eurocámara, coincidiendo con la entrada en vigor de la polémica ley.

Aunque aún no ha tomado ninguna decisión de manera oficial sobre este plan, uno de los prerrequisitos de Bruselas para dar su visto bueno es que los planes nacionales aborden “todas o una parte significativa” de las recomendaciones que se le hacen a cada uno de los Estados miembros. En el caso de Hungría, se trata de recomendaciones en el área del cumplimiento del Estado de derecho, la lucha contra la corrupción, la independencia judicial, el acceso a la información pública y una mayor vigilancia sobre las contrataciones públicas, precisó Gentiloni.

En este contexto, autoridades regionales de Hungría han impuesto una multa de 250.000 florines (700 euros) a una empresa por vender un libro infantil que incluía a parejas del mismo sexo sin advertir de dicho contenido en la portada. “La compañía que distribuye el libro no tuvo en cuenta la ley que obliga a poner una etiqueta especial”, explicó el responsable del organismo regulador en el condado de Pest, Richard Tarnai.

No es la primera vez que el condado de Pest -que engloba a Budapest- toma medidas por el contenido de libros, ya que en 2019 otra editorial fue multada por una colección de cuentos que incluía temática LGTBI+. Ese mismo año, Coca-Cola recibió otro castigo por anuncios que promovían la aceptación de parejas homosexuales.

“La CE recurrirá a los poderes que le confieren los tratados, sin prejuicio del Estado miembro que incumpla la legislación ”

“La legislación húngara va profundamente en contra de los valores fundamentales de la UE”

Presidenta de la Comisión Europea