- La Unión Cristianodemócrata alemana (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, insistió ayer en que con la ultraderecha no puede haber ninguna cooperación política y advirtió de que ésa debe ser la línea de todos sus candidatos electorales.

“Con Alternativa para Alemania (AfD) no se coaliga ni se coopera ni siquiera se negocia”, afirmó el líder de la CDU, el centrista Armin Laschet, candidato del bloque conservador a las próximas elecciones. “No me cabe la menor duda de que ésa será también la línea de todos los candidatos”, añadió.

Laschet, tras expresar su convicción en que todos los candidatos se atendrán a la línea del partido, matizó que la designación de los mandatos directos por cada uno de los 299 distritos se define a escala local, que no corresponde a la cúpula del partido incidir en esa decisión.

La CDU aprobó en sucesivos congresos federales una resolución en que se rechaza toda cooperación con ese partido, que en 2017 entró por primera vez en el Parlamento y es ahora la tercera fuerza a escala nacional.

Hans-Georg Maassen es una figura que polariza dentro del bloque conservador. Especialmente en el este del país, donde la AfD es más fuerte, se extendió la consideración de que la CDU solo puede recuperar electorado girando hacia posturas más derechistas.

El exjefe del espionaje logró la elección como candidato de un distrito de Turingia, land donde en 2020 se desató una tormenta política con efectos sobre la cúpula de la CDU en Berlín. El detonante fue la elección de un líder liberal como primer ministro regional con los votos de la CDU y la AfD, con lo que se rompió de facto el cordón sanitario en torno al partido ultraderechista.

Merkel instó a sus filas a revertir esa votación, en medio de una cadena de dimisiones tanto en los conservadores como entre los liberales del Land, así como repercusiones a escala federal. El terremoto político arrastró a la entonces presidenta de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer.