- El centrista Armin Laschet y el derechista Markus Söder, mantenían en pie su pulso por liderar a los conservadores alemanes a última hora de ayer, día en el que expiraba el plazo marcado para consensuar una candidatura a las elecciones generales del próximo septiembre.

Söder, líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), llegó a última hora de la tarde a la capital alemana, informa la televisión pública ARD.

Destacados representantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Laschet apelaron ayer a consensuar la candidatura para las elecciones generales de septiembre y alertaron de la división que puede conllevar el pulso entre el centrista Armin Laschet y el derechista Markus Söder.

“Necesitamos una solución y no una votación entre los diputados, que podría provocar escisiones”, indicó el vicepresidente del grupo parlamentario conservador, Carsten Linnemann, de la CDU, en declaraciones al grupo de medios Funke.

Desde la segunda cadena pública, ZDF, se apuntaba incluso a una eventual intervención in extremis de la canciller, Angela Merkel, quien hasta ahora se ha mantenido neutral en esa cuestión, para convencer a uno de los dos a renunciar a favor del otro.

Tanto Laschet, líder de la CDU, como Söder, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), formalizaron hace una semana su aspiración a ser el candidato del bloque en los comicios que se celebrarán el próximo 26 de septiembre, los primeros desde 2005 sin Angela Merkel liderando a los conservadores.

Ambos se dieron de plazo hasta ayer domingo para resolver la cuestión. En los días pasados ha habido conversaciones entre ambos, pero sin avances visibles.

Si para hoy lunes, como muy tarde, no se llega a un acuerdo, la cuestión podría decidirse por el voto del grupo conservador en el Bundestag (Parlamento federal), mañana martes. La CDU cuenta ahí con 200 diputados, frente a los 46 de la CSU, pero en una sesión mantenida a mediados de semana Söder logró el respaldo de varios diputados del partido de Laschet.

La CDU/CSU está debilitada en medio de las incertidumbres ante el fin de la era Merkel. Su última etapa como canciller, en el poder desde 2005, ha coincidido con una pandemia que no da tregua.

Un 63% de los ciudadanos ven a Söder, el jefe de la Unión Socialcristiana de Baviera, capacitado para ser canciller; solo el 29% apuestan por Laschet, el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) desde el pasado enero, según el último Politbarometer (barómetro político), difundido ayer de la televisión pública ZDF.

Así, Söder aventaja al centrista Laschet en los sondeos, lo que se atribuye a su gestión de la lucha contra la pandemia en Baviera, donde ha aplicado con rigor restricciones, de acuerdo a la línea cautelosa de Merkel.

Laschet, que adoptó una línea más errática en materia de covid, se ajusta mejor al perfil centrista y a la tenacidad para buscar consensos de la canciller. El líder bávaro representa una vía derechista; entró en confrontación con la política migratoria de Merkel, mientras Alemania recibió un millón de refugiados, y rechazó los rescates a Grecia en plena crisis de la eurozona.

Hasta ahora solo dos líderes bávaros comandaron a los conservadores en unas elecciones nacionales. El primero fue en 1979, cuando el grupo parlamentario se decantó por Franz Josef Strauss. A este se le suponía más capacitado para luchar por la Cancillería que al aspirante de la CDU -Ernst Albrecht-. Acabó reelegido como canciller el socialdemócrata Helmut Schmidt.

El siguiente bávaro que lo intentó fue Edmund Stoiber, en 2002. Merkel lideraba la CDU desde 2000, pero renunció a la candidatura presionada por hombres fuertes del partido que consideraban que no podía ganar. Stoiber fue derrotado por una mínima ventaja por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder.

Desde la cúpula de la CDU se ha insistido estos días en que la decisión debía emanar de las presidencias de cada partido, no del voto de los diputados. El presidente del Parlamento, exlíder de la formación y exministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, afeó incluso a Söder por persistir en su aspiración.