La Comisión Europea (CE) manifestó este miércoles su optimismo con respecto a la posibilidad de lograr un acuerdo sobre la relación tras el Brexit con el Reino Unido, dados los avances en áreas clave como las garantías para asegurar una competencia justa entre empresas británicas y comunitarias.

De todas formas, Bruselas no quiso dar por hecho el pacto con Londres.

"Tal y como están las cosas, no puedo decirles si habrá un acuerdo o no, pero sí puedo decirles que hay un camino hacia un acuerdo ahora. Puede que el camino sea muy estrecho, pero está ahí y es, por tanto, nuestra responsabilidad seguir intentándolo", dijo la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, durante una comparecencia ante el Parlamento Europeo (PE).

La política alemana añadió que "la buena noticia" es que se ha logrado "un camino por el que seguir en la mayoría de asuntos".

"Ahora estamos tan cerca y, sin embargo, tan lejos el uno del otro", comentó, dado que Londres y Bruselas siguen sin cerrar los capítulos dedicados a la competencia y la pesca.

Sin embargo, Von der Leyen expuso ante los eurodiputados los progresos logrados en el ámbito de las garantías de competencia.

"La arquitectura en la que estamos trabajando tiene dos pilares: ayudas de Estado y estándares. Hemos progresado en ayudas de Estado basándonos en principios comunes, garantías de cumplimiento a nivel nacional y la posibilidad de aplicar remedios de forma autónoma donde sea necesario", apuntó Von der Leyen.

Por otro lado, señaló que se ha acordado un "potente" mecanismo de no regresión para garantizar que ninguna de las partes retrocede respecto a las normas que están fijadas en la actualidad, lo que consideró como "un gran paso adelante para asegurar que nuestros elevados estándares sociales, laborales y ambientales no se van a recortar".

Pese a estos progresos, Von der Leyen reconoció que continúa pendiente la cuestión de cómo garantizar la libre competencia a futuro, a medida que las reglas tengan que evolucionar para adaptarse a nuevos contextos tecnológicos o medioambientales.

El objetivo de la Unión Europea, recordó, es "asegurar una competencia justa en nuestro propio mercado", para lo cual se requieren "mecanismos robustos".

PENDIENTES DE LA PESCA

Von der Leyen también avanzó que los asuntos relacionados con la gobernanza del futuro acuerdo y el mecanismo para la resolución de disputas, que en su momento fueron de los más espinosos, "se están resolviendo en gran medida", pero admitió que la discusión en pesca "es todavía muy difícil".

"Siendo honestos, a veces parece que no lograremos resolver esta cuestión. Pero debemos continuar intentando encontrar una solución, es el único curso de acción correcto y responsable", recalcó.

La presidenta de la CE insistió en que Bruselas "no cuestiona la soberanía británica sobre sus propias aguas", pero pide "previsibilidad y estabilidad" para los pescadores comunitarios.

"Los próximos días van a ser decisivos. Sé que ya he dicho esto antes, sé que nos hemos saltado las fechas límites una y otra vez. El reloj nos pone a todos en una situación complicada, no menos a este Parlamento y su derecho de ejercer un escrutinio democrático y la ratificación", señaló la presidenta del Ejecutivo comunitario.

El acuerdo sobre la relación tras el Brexit debe conseguirse y ratificarse antes de fin de año, ya que el 1 de enero la legislación comunitaria habrá dejado de aplicarse en territorio británico y el Reino Unido se habrá convertido de manera definitiva en un país tercero.

Si no lo logran, las dos partes pasarán a regirse en sus intercambios comerciales por los requisitos arancelarios más generales y menos favorables de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Las palabras de Von der Leyen contrastan con los mensajes que llegan desde el Reino Unido, donde el primer ministro británico, Boris Johnson, expresó este martes, a través de su portavoz oficial, que una salida sin acuerdo continúa siendo el escenario más probable.

PREPARADOS SI NO HAY ACUERDO

Dada la incertidumbre, el Consejo de la UE, que reúne a los Estados miembros, ha dado luz verde a las medidas de contingencia para que el club comunitario esté preparado ante la posibilidad de que el próximo 1 de enero no entre en vigor un acuerdo sobre la relación entre Londres y Bruselas tras el Brexit.

Las medidas, que no se aplicarán en Gibraltar, cubren los ámbitos de las conexiones y la seguridad aérea, del tráfico rodado y de la pesca. Tras el visto bueno de los países, deben pactarse con la Eurocámara, colegislador de la Unión junto a los Estados miembros.

Desde España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió este miércoles ante el Congreso la puesta en marcha de unas medidas puente que eviten durante un tiempo un Brexit duro en caso de que finalmente haya un acuerdo antes del 31 de diciembre entre la UE y el Reino Unido.

"Si pudiésemos alcanzar un acuerdo antes del 31 de diciembre, dado que ya estamos fuera de tiempo, deberíamos ser creativos poniendo en marcha una especie de medidas puente que nos permitan evitar una situación de Brexit duro mientras finalizan los trámites para la entrada en vigor de ese acuerdo", planteó.