El joven Zakaria Ch. ha negado en su declaración como testigo en el juicio que su padre, el marroquí Mohamed Ch., detenido en 2020 en Pasaia (Gipuzkoa), le adoctrinara al yihadismo cuando él era menor a través del centro cultural islámico Assafwa de Donostia, que presidía su progenitor.

La Audiencia Nacional ha reanudado este martes el juicio a Mohamed Ch. y al también ciudadano marroquí Annas E., que se enfrentan a peticiones del fiscal de nueve y cinco años de prisión, respectivamente, como presuntos autores de un delito de adoctrinamiento terrorista que ambos negaron haber cometido.

El fiscal mantiene en su escrito de acusación que Mohamed Ch. tenía "un papel directivo de liderazgo" del que se valía para reclutar a jóvenes en situación de exclusión social a través de la asociación Kolore Guztiak, dedicada a la integración, sobre todo de inmigrantes, y que dispone de varios pisos en convenio con la Diputación de Gipuzkoa para los chavales en proceso de emancipación.

Asegura que en el momento de su detención estaba realizando actos de captación de tres jóvenes marroquíes en situación de exclusión social y beneficiarios de ayudas sociales proporcionadas por el Gobierno Vasco.

Según la Fiscalía Mohamed Ch. había sido imán de la mezquita de Herrera en la capital guipuzcoana, pero el acusado lo negó en su declaración en la primera jornada de la vista.

Uno de los hijos de Mohamed Ch., Zakaria, ha negado este martes en su declaración testifical que su padre le obligara a realizar actividades deportivas para prepararse para cometer actos yihadistas.

"Hago fitness, boxeo y todo tipo de deportes y sobre todo voy al gimnasio y levanto pesas", ha declarado Zakaria Ch., que ha negado igualmente que su padre le obligara a rezar y le prohibiera salir de fiesta con sus amigos.

El fiscal señala en sus conclusiones provisionales que entre las personas que han sufrido adoctrinamiento por parte de Mohamed Ch. se encuentran sus tres hijos, a los que educaba "bajo las tesis más extremistas del islam conforme queda acreditado a través de las conversaciones telefónicas intervenidas".

También hace referencia a dos perfiles de Facebook de Zakaria cuando tenía 16 años "en los que se puede observar el adoctrinamiento realizado por parte de su padre sobre el menor y cuál es el rol que se espera de él", indica.

La Fiscalía subraya que Zakaria consumió material propagandístico del islam más radical bajo el auspicio de su padre y tenía amistades virtuales con contenidos yihadistas.

En su declaración en la vista Zakaria Ch. ha dicho que aunque tenía perfil de Facebook él no lo utilizaba y que el ordenador de la asociación era de uso público.

También ha declarado la exesposa de Mohamed Ch. y madre de Zakaria Ch., que trabajó como secretaria en la asociación Assafwa, que ha asegurado que la misma se dedicaba a actividades como enseñar árabe a niños y organizar actividades y fiestas a las que también acudían españoles.

Ha añadido que su exmarido viajaba a Francia para recaudar dinero para pagar los gastos de la asociación.

Según el fiscal Mohamed Ch. se desplazó a Francia y a Bélgica para recaudar dinero en mezquitas de corte radical, tenía más de 111.000 euros en doce cuentas bancarias e incluso solicitó en redes sociales financiación para la yihad.

Otra mujer que tuvo una relación de dos meses entre 2016 y 2017 con Mohamed Ch. ha relatado que el acusado contactaba "con muchas mezquitas, viajaba y traía bastante dinero pero era muy discreto" y que no llegaron a hablar de asuntos relacionados con el yihadismo.