Un trabajador de la UTE Goierrialdea que realizaba con sus compañeros labores de mantenimiento de la carretera N-I fue alcanzado por disparos de perdigón la madrugada del miércoles al jueves.

Los hechos se produjeron sobre las 0.15 horas cuando, según la versión que ha podido recabar este diario, desde una casa cercana a la zona donde se encontraban los operarios alguien realizó un disparó que alcanzó a uno de los trabajadores.

El perdigonazo hirió en el brazo al operario, un hombre de unos 40 años, trabajador fijo y con muchos años de experiencia en estas tareas. Entre el hombro y el codo se le incrustó un perdigón que obligó a su traslado al hospital de Zumarraga, donde ha quedado ingresado.

Lo ocurrido fue inmediatamente denunciado a la Ertzaintza, que se personó en el lugar y tras unas primeras pesquisas identificó a una persona que vive en una casa cercana a la zona donde se encontraban los trabajadores. Al parecer, este hombre atribuyó el suceso a algún tipo imprudencia o trastada de sus hijos. "La que me han liado los hijos", declaró ante los agentes.

Sin embargo, según ha podido saber este diario, esta versión no está tan clara y se especula con la posibilidad de que el suceso fuera una reacción al ruido provocado por los trabajos de los operarios, que se encontraban realizando anclajes de biondas con una máquina perforadora.