Beasain no ha podido poner peor broche a sus fiestas. Una joven beasaindarra de 20 años interpuso el domingo por la tarde una denuncia por una presunta violación en el marco de Loinatz Jaiak. La Ertzaintza ha confirmado a este periódico que la víctima se presentó en comisaría a última hora de la tarde. Relató que fue abordada durante la madrugada del domingo en la calle Zaldizurreta, una zona céntrica de la localidad. Tras lo ocurrido, la joven fue atendida en el hospital de Zumarraga, lo que ha derivado en una investigación de la Ertzaintza.

Aunque inicialmente, cuando se tuvo conocimiento de la presunta agresión, no constaba que la joven hubiera notificado estos hechos a la policía, la Ertzaintza ha confirmado este lunes que la denuncia fue interpuesta a última hora de la tarde de ayer, domingo, en dependencias de la Ertzain-etxea de Oria. La policía ha iniciado las correspondientes diligencias para esclarecer este incidente.

Según se recoge en la denuncia por un presunto delito contra la libertad sexual, los hechos se produjeron "en una zona festiva de Beasain" en la madrugada del sábado al domingo. Los agentes encargados de las investigaciones tratan de aclarar las circunstancias que rodean el caso, que podría tener similitudes con la presunta agresión sexual a una joven de Tolosa, unos hechos que se siguen investigando y que ocurrieron en la villa el domingo de Carnaval.

Nuevamente, unas fiestas que se ven empañadas por la lacra de la violencia contra las mujeres. Se da la circunstancia de que la presunta violación de este fin de semana en Beasain ocurrió también en los últimos ecos del Día de disfraces (Mozorroen eguna), mientras que la anterior denuncia por violación durante unas fiestas tuvo lugar durante la celebración de los Carnavales de Tolosa.

Ya han pasado casi cuatro meses de la agresión sexual que sufrió una vecina de Tolosa durante las fiestas del Carnaval del municipio, unos hechos que continúa investigando la Ertzaintza sin que por el momento las pesquisas abiertas hayan permitido la identificación o el arresto de los autores. Eso sí, según indican fuentes cercanas a la investigación, se sospecha de la implicación de tres personas.

EN PLENA VÍA PÚBLICA

La agresión a la joven tolosarra de 18 años se produjo en plena vía pública. La localidad se encontraba inmersa en la celebración de sus populares fiestas. La villa disfrutaba de un Zaldunita con el que prácticamente nadie contaba tres semanas atrás debido al marco normativo tan cambiante provocado por la sexta ola de la pandemia, que finalmente remitió y permitió la fiesta.

Miles de personas se echaron a la calle, entre ellas quienes abordaron a la joven. Era, de hecho, la primera cita multitudinaria tras un año marcado por las restricciones. El Departamento vasco de Seguridad reconoció que las circunstancias en las que se produjo la agresión sexual, "con tantas personas bajo su disfraz y en pleno bullicio festivo", suponen una dificultad añadida en la investigación. Unas cirucunstancias que parecen volver a repetirse.

En Tolosa, a diferencia de otras agresiones en contextos similares que suceden a altas horas de la madrugada -ambiente festivo e ingesta de alcohol-, la joven fue abordada a las 20.30 horas en una zona céntrica de la localidad. En Beasain también han ocurrido los hechos en el mismo casco urbano, si bien más avanzada la noche.

La Ertzaintza acudió al lugar de los hechos y acordonó la plazoleta recabar evidencias que permitan esclarecer el caso. El cordón policial se levantó a las 9.30 horas. A la espera de un informe más detallado, la Policía Municipal trabaja en coordinación con la Ertzaintza para llevar a cabo la investigación, y tratar de dar con el presunto autor de la agresión sexual.

Comunicado de la Junta de Portavoces

Ante esa situación, la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Beasain emió el domingo un comunicado de condena antes estos "supuestos hechos". El escrito señala que "son ataques que hay que erradicarlos de nuestro pueblo y de nuestras fiestas". En todo momento se refieren a una "presunta agresión sexual" ocurrida de madrugada en el transcurso de las fiestas de Loinatz. Señalan que el esclarecimiento del suceso se encuentra en manos de la Ertzaintza y de los servicios médicos por lo que "la investigación de los hechos se encuentra en proceso".

Dentro de este contexto, anuncia que el Ayuntamiento ofrece "toda su ayuda" a la presunta víctima y a su familia. Unido a ello, los partidos municipales se ratifican en la declaración conjunta realizada en la antesala de las fiestas. "Las agresiones sexuales son inaceptables, ya que son ataques directos contra la libertad de las personas, contra su dignidad. Especialmente cuando son a mujeres. Hay que vivir las fiestas libres y seguras. Las agresiones no obedecen a un juego divertido y banal, sino a la violencia machista. Por ello, pedimos al pueblo un compromiso activo de toda la sociedad para hacer frente a estos hechos. El Ayuntamiento también lo hará. Los supuestos hechos, son ataques que hay que erradicarlos de nuestro pueblo y de nuestras fiestas'".

Preocupación en las Instituciones

Después de dos años de pandemia y la suspensión en cadena de todo evento festivo, el periodo estival recupera usos y costumbres a la antigua usanza: vuelven los Sanfermines a Iruñea, la Aste Nagusia sin restricciones a Donostia y un interminable listado de festejos. Es tiempo de sacudirse la parálisis pandémica, pero no a cualquier precio.

Gipuzkoa se asoma así al verano post-covid con el reto de celebrar unas fiestas libres de agresiones machistas. La preocupación en las instituciones es más que evidente. La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ya lo advirtió en la presentación de una guía para impulsar procesos locales de prevención de la violencia machista contra las mujeres durante las fiestas: "Ahora que se menciona la vuelta a la normalidad, no podemos hablar de normalidad mientras se produzcan agresiones sexistas".

El objetivo de la nueva herramienta de trabajo, elaborada con el apoyo de las diputaciones y Eudel, es que los ayuntamientos, las comisiones de fiestas, el sector de la hostelería y los encargados de las txoznas sepan que "desde el primer momento en el que comiencen a organizar unas fiestas, se tenga siempre presente que deben ser espacios seguros para las mujeres". Algo que, lamentablemente, no siempre ocurre.