Las comunidades energéticas siguen extendiéndose por Gipuzkoa. El territorio acaba de recibir un millón de euros de financiación de los fondos europeos Next Generation, que permitirán cubrir parcialmente el desarrollo de este tipo de proyectos en 21 localidades guipuzcoanas de menos de 5.000 habitantes.

La Diputación de Gipuzkoa ha presentado este jueves ante los representantes municipales de esta veintena de pueblos Comunidades Energéticas de Gipuzkoa, el plan que engloba las iniciativas para estos núcleos de población. En el acto han participado el diputado foral de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas, José Ignacio Asensio; la directora de Medio Ambiente, Mónica Pedreira, y el técnico del mismo departamento, Iñaki Puga.

Para quien no conozca lo que es una comunidad energética, se trata de un grupo de personas, pymes e incluso instituciones locales, que se unen para generar energía renovable, en este caso solar, para su autoconsumo; es decir, sin ánimo de lucro. De media, cada participante consigue generar entre el 30 y el 50% de lo que gasta; el resto, sigue siendo suministrado por las compañías eléctricas.

El plan presentado el jueves contará con un coste total de algo menos de 3,5 millones de euros, de los cuales un millón -el 30% del total- se cubrirán con las ayudas europeas citadas; será el departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación guipuzcoana quien asuma los 2,5 millones restantes, el 70% del presupuesto.

En total, son 21 los municipios que participarán en este proyecto: Abaltzisketa, Aizarnazabal, Alegia, Alkiza, Altzaga, Amezketa, Arama, Asteasu, Baliarrain, Beizama, Berastegi, Elduain, Ibarra, Ikaztegieta, Irura, Leaburu, Lizartza, Olaberria, Orendain, Ormaiztegi y Zizurkil.

El proyecto prevé instalar las placas solares en 47 cubiertas, propiedad de los ayuntamientos, que cederán su uso para este fin. Se espera que se generen algo más de 1,2 millones de kWh, que beneficien a más de 2.000 familias y casi 21.000 habitantes. Cabe señalar que, aquellas personas que quieran formar parte de estas comunidades, no podrán vivir a más de 500 metros de las instalaciones.

Ya teníamos intención, para los presupuestos de este año, de instalar placas solares o algo similar”, ha admitido Oihana Amundarain, alcaldesa de Elduain; un municipio de 244 habitantes, según los últimos datos del INE, cuya previsión económica anual “no es muy grande”. Cuando el ente foral informó que había una opción de recibir ayudas europeas para implantar comunidades energéticas en municipios guipuzcoanos de menos de 5.000 habitantes, vieron su oportunidad. Tras varias reuniones informativas y estudios de posibles ubicaciones para las placas solares, finalmente, se ha decidido instalarlas en el tejado del frontón, ya que el del consistorio “es bastante pequeño y no tenía viabilidad”. Aunque todavía no se ha comunicado oficialmente nada a los y las elduaindarras, a la espera de contar con más información como la que recibieron ayer, calculan que unas 24 familias puedan beneficiarse de este proyecto. “Según la comunicación que hagamos, se animará más o menos gente”, apunta Amundarain.

En el caso de Irura, un pueblo que cuenta con 1.877 habitantes, esperan que entre 55 y 60 familias se vean favorecidas por estas comunidades energéticas, según comunicó el alcalde, Gorka Murua. Las placas solares se ubicarán en los tejados del frontón, el polideportivo y la casa de cultura, y se prevé que generen en torno a 38.000 kWh. “Ya se verá qué acogida tiene este proyecto; puede haber opción de instalar más” placas, ha argumentado Murua. El primer edil se mostró interesado enlas comunidades energéticas porque “hay que dar pasos hacia la transición energética, mirando por el medioambiente y poniendo en el centro a las personas, en este caso a las familias”. En el consistorio iruratarra decidieron apostar por esta fórmula al ver que, además del beneficio medioambiental, la ciudadanía “también se beneficiaría en sus facturas”.

La iniciativa global de estas 21 localidades viene precedida por la experiencia de las comunidades energéticas ya instaladas en Orexa, Larraul y Zumarraga. En estos dos últimos municipios, el ahorro medio de los hogares que forman parte de estos grupos es de 500 euros anuales que, en el caso de los comercios, sube hasta 2.500 euros.

Además de las comunidades energéticas, existen también las cooperativas energéticas, que suelen tener un coste mayor a la hora de crearlas y establecerlas. En Gipuzkoa, existen en Arrasate, Azpeitia, Urretxu y Zumaia.

Asensio ha afirmado que estas comunidades son una “apuesta clave” para Gipuzkoa, que tiene una dependencia energética del 92% y donde sólo el 17% de la energía que se consume procede de fuentes renovables. “El autoconsumo nos ofrece una alternativa para no estar sometidos a las condiciones, muchas veces abusivas, de quienes dominan el mercado”, ha añadido.