Representantes de la asociación Ucrania-Euskadi el horror de la guerra que viven miles de personas en su país y han puesto el foco en la situación en la que se encuentran cientos de refugiados ucranianos acogidos en nuestro territorio como consecuencia de la invasión de Rusia

La comparecencia, a petición de la representantes del PNV María Eugenia Arrizabalaga, ha mostrado una realidad dolorosa. Un cambio radical en las vidas de miles de personas que siguen necesitando apoyo y al mismo tiempo se enfrenta a la incertidumbre de un inminente traslado, a otras provincias del Estado, en cuanto lleguen a la fase 2, cuando las personas terminan su estancia en el dispositivo de acogida y se las prepara para su autonomía. Ucrania-Euskadi ha pedido más recursos para poder seguir ayudando a sus paisanos y ha solicitado aunar esfuerzos y establecer sinergias para atraer colaboración privada y poder ofrecer mejores salidas a estas personas.

Oksana Demyanovych, Natalia Mykhaylevska, Ljudmyla Gortovliuk han explicado la labor de puente que ejerce su asociación Ucrania-Euskadi, creada en junio de 2004, en la situación actual. "Somos una asociación pequeña que está haciendo un trabajo de gigantes" y que ahora necesita ayuda, "asesoramiento técnico" para seguir con su labor de "puente entre Euskadi y Ucrania", ha dicho Oksana.

"No somos una ONG", ha dicho Demyanovich, sino una asociación sociocultural cuyo objetivo es mantener viva la cultura, el idioma, y la identidad de los hijos e hijas vascos de ucranianos. Una asociación que, sin embargo, en esta situación "se ha convertido en algo más", un faro para todas estas personas refugiadas y una asociación a la que muchas instituciones derivan a personas ucranianas refugiadas.

"Todos estáis representando a alguna fuerza política", ha dicho Demyanovich a los representantes políticos de los partidos guipuzcoanos. "Hay respuesta cuando se tienen ganas" y ha pedido ayuda "para que las actividades de la asociación sigan adelante". Estamos buscando subvenciones, estamos formándonos, pero necesitamos ayuda y asesoramiento técnico".

En Gipuzkoa toca apechugar más

Por su parte, la vocal de la asociación en Gipuzkoa, Natalia Mykhaylevska, ha relatado las dificultades que viven las personas refugiadas al llegar a nuestro territorio, una tierra solidaria y generosa" a la que ha agradecido toda su colaboración. "En Gipuzkoa somos una provincia fronteriza, nos toca recibir más refugiados. Nos toca apechugar más. El primer organismo aquí en País Vasco vamos a ser nosotros, el primero al que se dirigen los ucranianos buscan un ucraniano, porque vienen sin conocimiento de idioma, ni de situación del país y luego nosotros les ayudamos con lo que se puede", ha dicho.

"No somos una ONG, pero intentamos hacer lo que se puede. Estamos muy agradecidas. La Diputación de Gipuzkoa nos ha cedido un pabellón y nos ha ayudado. A primeros de marzo, el Ayuntamiento de Donostia nos ha cedido un local" que sirve de punto de encuentro para los ucranianos y donde se imparten "clases de castellano para niños, para adultos". Todo lo hacemos voluntariamente", ha dicho y ha pedido "continuidad y recursos para sostener todo ello" en el tiempo.

"Los voluntarios un día van a quedar sin fuerzas o sin ganas y he pedido, por favor, que el apoyo sea constante, para más tiempo. Es verdad que a los ucranianos les han facilitado todos los trámites. En el primer momento que reciben el primer documento de primera acogida temporal, tienen permiso todo normal como un residente de aquí, pero si no sabe hablar, si no sabe comunicarse", ha dicho Natalia.

El perfil de estas personas "es diferente", ha dicho Mykhaylevska, y "pueden ser profesores estupendos, pero esta gente viene con estrés y quiere tener un ucraniano al lado para que le enseñe. Cuando vienen a nuestro centro, se sienten como en su casa".

Por otro lado, Ucrania-Euskadi también ha servido en estos meses como centro de recogida de material, "desde el primer día de la guerra, 24 de febrero, no hemos parado. Gracias al pueblo vasco, a su solidaridad, hemos podido enviar más de 30 camiones al pueblo ucraniano", ha dicho, porque "hay también refugiados de dentro de Ucrania. Tenemos el email desbordado. Que en el pueblo equis tenemos 3.000 refugiados. Y medicamentos".

La vocal de la asociación en Gipuzkoa ha incidido en que tanto el Gobierno Vasco como el de España "están apoyando mucho al refugiados que vienen; muy bien, a los que acoge CEAR, muy bien; todo incluido: desayuno, comida y cena, pero hay gente que no está en esta red, porque en un momento dado, hubo gente que dijo: voy y me traigo gente. Ahora se encuentran con otro problema, que no saben qué hacer. Han traído cinco personas. Eran tres en casa y ahora son ocho. Y no llegan con sus recursos y nos empiezan a tocar las puertas a nosotros".

Incertidumbre antes la fase dos

La asociación "Ucrania-Euskadi es una herramienta que hay que utilizar", ha dicho Mykhaylevska, y necesita recursos y apoyo, ha reiterado. Toda esa gente "ya estaban tocando las puertas" de la asociación Ucrania-Euskadi antes y ahora, además, muchas instituciones les derivan allí. "Nosotros estamos 24 horas a disposición de esta gente".

"Nos hemos hecho un formulario, con protección de datos, he hablado con Banco de Alimentos, y vamos a hacer de intermediarios, hasta que todo esto llega a fase dos, pero para cuando llega, estas familias necesitan comer. Ya tengo 55 personas apuntadas para donación en banco de alimentos. La burocracia está ahí, paso a paso; lo entiendo, pero mientras tanto, nosotros estamos en medio. Yo ya he avisado a servicios sociales, en cuanto entran a fase dos, y tengan su vivienda, y que se encarguen ellos".

"En Euskadi, antes de la guerra, vivían 2.700 ucranianos; de ellos, 1.500 en Gipuzkoa", un "sitio muy bonito, precioso, con gente maravillosa, pero es en donde tenemos menos recursos. Aquí tenemos menos albergues que en Bizkaia y Araba. Yo no sé si eso tiene solución o no. La gente que lleva dos meses en albergues, ya están empezando a llegar en fase dos. Nos van a mandar a no sé dónde y nosotros desde nuestro punto, no podemos hacer nada con esto"

Natalia ha explicado el caso de una familia alojada en Gipuzkoa, "con una cría de ocho años, que ahora les van a mandar a Zaragoza", cuando ya han iniciado su nueva vida aquí y han tejido lazos. "Algunos han empezado a ir a cursos de cocina. Pero están llegando a fase dos y les van a derivar a otras provincias. Ya sé que es muy complejo, pero ese problema también está ahí".