A un suspiro de que comience el verano, para muchos jóvenes ya ha comenzado una carrera contra el reloj por esculpir un cuerpo hasta ahora cubierto. Una época del año en la que las relaciones virtuales -y más ahora que ni siquiera hay mascarillas de por medio- se hacen carne. Un caldo de cultivo perfecto para unas redes sociales atiborradas de influencers del deporteinfluencers que se hacen populares compartiendo rutinas de ejercicios y recetas 'fit'. Y tienen un público entregado.

Hay muchos ojos mirando al otro lado de las pantallas. Uno de cada tres adolescentes hace en Euskadi un uso problemático y adictivo de Internet y de las redes sociales, según datos de un informe publicado por Unicef la semana pasada. Y el adicto a la red, como a tantas otras cosas, también puede llegar a serlo al cuidado de su propio cuerpo.

El lugar que ocupa la estética en la mente de los jóvenes no ha dejado de subir peldaños con el paso de los años. La importancia que se otorga al aspecto físico en la sociedad del postureo nada tiene que ver con la de generaciones anteriores. Hace 30 años los únicos cosméticos que usaban los hombres eran el jabón y los productos tras el afeitado.

Actualmente, casi la mitad asegura utilizar cosméticos para el cuidado facial. "Jóvenes y no tan jóvenes sufrimos esa imposición de la imagen corporal, especialmente los adolescentes, tan expuestos a unas redes sociales que no reflejan la realidad". Como dice Unai Arrieta, experto en Psicología del Deporte, es a partir de ahí cuando la propia actividad física se puede llegar a enfocar de una manera equivocada.

ADORACIÓN POR EL MÚSCULO

La adoración por el músculo se convierte así casi en un ritual de madurez, y en las redes no dejan de aparecer tabletas perfectamente definidas, con la consiguiente presión para adolescentes, que se juegan su salud mental y autoestima con tanta anatomía perfecta. En la red social TikTok, centenares de perfiles aumentan de seguidores en la medida que lo hacen sus músculos.

Un estudio de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) incide en ese culto al cuerpo a edades cada vez más tempranas. El informe recoge "un tímido crecimiento, pero constante", de chicos que se someten a injertos capilares, depilaciones definitivas, rinoplastias y liposucciones.

Hay que poner atención para no caer -"tampoco en el deporte"-, en la obsesión, señala Arrieta. De lo contrario, la actividad física pasa a ser "una adicción negativa, en la medida en que pasa a controlarte y condicionar tu vida. Te la estructura de tal modo que dejas de asumir responsabilidades familiares, laborales o de estudio por seguir haciendo ejercicio".

El cuerpo necesita tiempo para generar masa muscular, y obtener resultados. El problema en la sociedad de hoy es la inmediatez. "Es necesaria la constancia y la paciencia para hacer las cosas bien. Aquí los milagros no existen". Lo suscribe Eneko Moro, entrenador personal y monitor en los gimnasios del patronato municipal de deportes de Donostia.

"APRENDO DE QUIENES SABEN MÁS YO"

Lleva trece años entrenado duro, y el resultado está a la vista. Ha hecho crossfit, karate y musculación. "Siempre lo he hecho con cabeza; he tenido buenos mentores. Es un proceso lento, año tras año, aprendiendo de quienes saben más que yo", detalla el monitor, que estos días se le puede ver en cualquiera de los polideportivos públicos de Donostia tratando de transmitir sus conocimientos a las personas usuarias, siempre desde la "sensatez" y el equilibrio.

Recalca, a este respecto, la importancia de tener un buen espejo en el que mirarse. "Depende de qué tipo de información llegue a los chavales, la práctica deportiva puede tomar una buena o mala dirección". Dicen que "hay influencers , que marcan unas directrices adecuadas sobre la alimentación del día a día y las rutinas deportivas. Si siguen esa línea -observa-, bien, pero hay perfiles que solo buscan hacer dinero", advierte. "Cuidado con quienes no tienen formación ni experiencia acreditada, y te aconsejan seguir unas pautas que igual no están hechas para ti. Hay que tener mucho cuidado con ellos".

DIETA KETO Y AYUNO INTERMITENTE

La dieta keto, que consiste en reducir al máximo la proporción de carbohidratos, o el ayuno intermitente, están estos días en boca de muchos jóvenes que convierten el gimnasio en el centro de sus vidas. "Se ha puesto muy de moda no comer carbohidratos en todo el día, y además metiéndose auténticas palizas entrenando. No puedes dejar de comer carbohidratos porque sí. Quizá adelgaces, pero puedes llegar a tener problemas", advierte Moro a modo de ejemplo.

"La dieta es un recurso que requiere de la supervisión de un profesional, porque cada persona es un mundo. Hay quien te viene al gimnasio diciendo que lleva un día de ayuno. Le preguntas que por qué lo hace, y te responde que le fue bien a un amigo, que consiguió adelgazar. Es importante recalcar que no se deben seguir prácticas que no son saludables. Es necesario ponerse en manos de profesionales y no seguir a pies juntillas la información que circula en Internet. Hay que cuestionar esos mensajes de Adelgaza en diez días, o Consigue un cuerpo musculado en un mes". Las prisas, insiste Moro, "no son buenas".

A sus 33 años está acostumbrado a preparar rutinas de entrenamiento y dar pautas sobre nutrición. Pese al amplio abanico de casos, reafirma que los jóvenes que apuestan por el deporte "están cada vez más interesados en hacer las cosas bien. Aprenden. Mejoran. Es algo muy positivo. Hace años era diferente, casi todos hacían las mismas dietas y los mismos entrenamientos. Iban al gimnasio a morir sin sentido, sin saber lo que tenían que hacer", rememora.

SCHWARZENEGGER Y STALLONE

Era la época de físicos que se convirtieron en iconos mediáticos, como el de Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, que arrastraron a varias generaciones. "Ahora no, en eso hemos avanzado y se realizan planes mucho más individualizados", asegura.

El contexto es otro, pero como señala el psicólogo deportivo Arrieta, "el ambiente" favorece muchas conductas que conducen a la obsesión. En TikTok, hashtags como #BodyBulding o #fit acumulan billones de visualizaciones. "Junto al ambiente está el factor más personal, la tendencia de cada uno. Una persona obsesiva y propensa a mirar qué hacen los demás siempre va a presentar una mayor vulnerabilidad. Cuando ambos factores se combinan, se puede convertir en una bomba de relojería", alerta.

De ahí la importancia de trabajar con un enfoque preventivo, como hacen estos dos profesionales consultados por este periódico. "Hay que dotar a los jóvenes de recursos personales -autoestima, confianza-para que tengan en cuenta su valía sin supeditarla a su imagen. Ese suele ser el problema, cuando tu valía personal la atribuyes a una imagen corporal o al número de likes", coinciden en señalar.