Kaleko Afari Solidarioak, el colectivo de vecinos donostiarras que da de cenar a personas sin hogar, lleva prácticamente año y medio llevando a cabo una labor solidaria que comenzó en la Parte Vieja en noviembre de 2020, se extendió a Egia hace ahora un año y se ha ampliado en los dos últimos meses a Amara. En estas tres localizaciones se ha atendido en este tiempo a cientos de 'sintecho', repartiéndose más de 40.000 cenas, un dato que han ofrecido hoy los vecinos de Egia al cumplirse un año desde que comenzaron con esta iniciativa en su barrio.

En concreto Kaleko Afari Solidarioak ha repartido 40.045 cenas, repartidas de la siguiente manera: 16.095 cenas en 495 días en la Plaza de la Constitución, 22.895 cenas en 378 días en Egia y 1.055 cenas en 59 días en Amara. Raro es el día en el que, entre los tres lugares, no dan una comida caliente a más de 100 personas, la mayoría procedentes del norte de África, que no tienen ni dónde comer ni dónde dormir. Estiman que, a lo largo de este tiempo, los vecinos han puesto de su bolsillo más de 80.000 euros, y eso sin tener en cuenta el tiempo invertido en cocinar y organizar el reparto de la comida entre los necesitados.

"En noviembre de 2020, unos pocos vecinos de Lo Viejo se acercaron a los arcos de la Plaza de la Constitución para preguntar a las personas que allí pernoctaban qué necesitaban. Su respuesta fue sencilla: algo caliente para soportar el frío de la noche. Así nace Kaleko Afari Solidarioak, un grupo de apoyo y cuidado dedicado a llevar a las personas sin hogar que habitan la ciudad una cena caliente y algo de calor humano cada día", han resumido esta mañana Ixiar e Idoia, dos de las vecinas voluntarias, acompañadas por Saad, un joven marroquí que vive en la calle y que cena cada noche en Egia.

Son alrededor de 70 los vecinos implicados en esta iniciativa en Egia. "Empezamos con la idea de que fuera temporal y así seguimos, con el objetivo de que el Ayuntamiento de Donostia escuche y atienda nuestra demanda, que es la apertura de un comedor social o, en su defecto, cocinas bien equipadas para que el equipo voluntario pueda trabajar". Ahora los vecinos cocinan en sus propias casas. "Sabemos que no estamos cualificados para abordar las dificultades que afrontamos, como los duros recorridos vitales de las personas que atendemos o sus problemas de salud física y mental de los que somos testigos, pero la experiencia nos demuestra que sí estamos capacitados para sobrellevarlos".

En estos momentos son más de 150 las personas que viven en la calle en Donostia, según comentan desde Kaleko Afari Solidarioak, que está en contacto permanente con el ayuntamiento. "Han encargado a una empresa, Lotura Giza Garapena, un estudio de esta cuestión y los datos son que hay más de 150 personas en la calle", han comentado Idoia e Ixiar: "No son datos aproximados, son al menos 150 personas con nombres y apellidos".

"Estas vecinas de Egia son como mi familia", ha dicho, por su parte, Saad. "Me ayudan, me dan de cenar, les estoy muy agradecido", ha comentado este joven marroquí, que lleva tres años viviendo en la calle y que ahora ha empezado a estudiar para poder ser mecánico en un futuro cercano.

Abrir el albergue todos los días

Además de dar de cenar a personas sin hogar, algunos de estos vecinos y vecinas que colaboran con Kaleko Afari Solidarioak llevan varias semanas pidiendo que el Ayuntamiento de Donostia abra el albergue de La Sirena (situado en Ondarreta) todos los días para personas sin hogar, no solo las noches que se anuncian heladas. Para ello están durmiendo todos los jueves en la calle, iniciativa que mantendrán hasta esta próxima semana. "Por ahora la respuesta del ayuntamiento ha sido el silencio, así que no van a ampliar los recursos existentes", lamenta Garazi, una de las más activas en esta iniciativa: "Este invierno se ha abierto unas 10 noches. Vamos a seguir denunciando que esto es insuficiente. Hay un albergue disponible y pedimos que se abra".