"Me han dicho que tenían que cambiar la cerradura, les he facilitado la llave, han cambiado la cerradura y punto". Son las palabras de Iñaki Setién, que esta mañana ha vivido cómo la amenaza de desahucio que cernía sobre su pareja y él se hacía realidad. A las 11:10 de la mañana salía del portal del número 43 de la avenida de Ategorrieta de Donostia, tras abandonar su vivienda en la segunda planta, a exigencia del fondo buitre I.V-Azora, propietaria de todo el edificio.

Setién ha salido prácticamente con lo puesto; acompañado de su perra y un carro de la compra con comida para su mascota y algún cambio de ropa para su compañera, Rosa Mari Arratibel, que en ese momento se encontraba trabajando, y para él, ha dejado su casa de los últimos veinte años con todos sus enseres y pertenencias, que no había recogido, con la esperanza de que se consiguiera parar la ejecución del lanzamiento. "No me han dejado coger nada", se ha lamentado Setién, al tiempo que manifestaba tener "todo" dentro, desde muebles hasta ropa, pasando productos de alimentación.

El desalojo, previsto inicialmente para las 10:30 horas de la mañana, ha contado con el seguimiento de la plataforma Kaleratzeak STOP Desahucios de la capital guipuzcoana, que había anunciado una concentración en las inmediaciones a partir de las 09:30 horas, para mostrar su apoyo a Setién y a Arratibel e intentar impedir el desahucio. Media hora antes, a las 09:00 horas, ya se habían personado en el lugar cuatro furgonetas de la Ertzaintza y alrededor de una decena de efectivos de la Brigada Móvil, respondiendo a la petición de "protección" por vía judicial de Azora, ya que habitualmente, son agentes de la policía municipal quienes se suelen encargar de estos procedimientos.

Poco después, sobre las 09:15 horas, se han vivido momentos de tensión entre la decena de simpatizantes de la plataforma y los miembros de la policía vasca, que se han saldado con varios empujones y porrazos y la detención de uno de los manifestantes. Minutos antes, uno de los ertzainas había advertido que no había habido convocatoria oficial del acto y que eso podía ser susceptible de multa. Al tiempo que solicitaba respetar la distancia y que tanto quienes protestaban como los medios no se acercaran más allá de los portales 39 y 41, apuntaba que "está en vuestra mano que no haya problemas".

Este desahucio es el primero de los más de diez que se podrían llevar a cabo en la manzana, propiedad de Azora, tras su adquisición de las acciones de Inmobiliaria Vascongada, dueña de esas viviendas con anterioridad. Tal y como ha explicado la portavoz de la plataforma Kaleratzeak STOP Desahucios de Donostia, Rosa García, todos los inquilinos son personas "modestas" que vienen pagando un alquiler de entre 750 y 900 euros y que han visto, según sus contratos han ido llegando a su fin, cómo el fondo buitre les comunicaba un incremento del 33% en el importe a pagar, inalcanzable para ellos y ellas. "Eso es usura, eso es especulación", ha criticado.

En declaraciones previas a la ejecución del lanzamiento, García ha incidido en que "esto es nuevo para todas y todos" y que se trata del primer desahucio que han tratado de parar en doce años. Y es que, previamente, en situaciones similares, pero cuando el dueño de la vivienda en cuestión era un banco, habían conseguido interceder y "se han suspendido subastas" y desalojos. En este caso, ni siquiera una negociación llevada a cabo por la alcaldía de Donostia, por parte de Iñaki Gurrutxaga, jefe de gabinete del primer edil, Eneko Goia, hasta las cinco de la tarde de ayer, según ha confirmado el propio Setién, ha impedido este desenlace. A pesar de ello, García ha querido agradecer esta intermediación institucional.

Según ha ido avanzando la mañana, la ciudadanía presente en las inmediaciones del portal número 43 ha ido incrementándose hasta llegar a cerca del centenar de personas. Entre ellas, miembros de la Asociación de Vecinos Inquilinos de Azora, la plataforma STOP desahucios de Gipuzkoa y Alokairu-Benta Berri, además de representantes políticos de Elkarrekin y EH Bildu, tanto del consistorio donostiarra como de las Juntas Generales.

A las 10:15 de la mañana han entrado al edificio dos representantes del fondo buitre y poco antes de la hora oficial del desahucio, a las 10:25, ha llegado la comitiva judicial, compuesta por dos personas. García había manifestado previamente su intención de querer hablar con estas últimas, para comunicarles la precaria situación de Setién y Arratibel, de 65 y 55 años de edad, respectivamente, con una discapacidad reconocida superior al 33%. Sin embargo, y a pesar de insistir dos veces, ni ha tenido lugar dicha conversación ni le han permitido subir a la vivienda a acompañar al inquilino. La negativa ha provenido de la comisión judicial y no de la Ertzaintza, como ha repetido la portavoz de la plataforma antidesahucios en varias ocasiones.

La plataforma clama que la ejecución de este primer desahucio a Setién no es casualidad. Si bien ha sido su contrato el primero en prescribir, el pasado 31 de agosto de 2021, también es cierto que es el presidente y cabeza visible de la Asociación de vecinos Inquilinos de Azora, por lo ven está acción como una advertencia. "Esto ha sido con premeditación y alevosía", ha señalado Setién; "se conoce que hacía daño, porque estábamos reivindicando causas justas. Este es el pago o la correspondencia", ha añadido.

Además de perder la única opción habitacional que tienen, Setién ha enumerado todas las obras e inversión realizadas en el piso. "Hemos hecho una reforma integral: ventanas, puertas, suelo, paredes, calefacción... Todo", ha informado. "Nos hemos gastado un pastón y ahora, cuando han venido a revisar como estaba (el piso), han tenido las narices de decir que estaba todo correcto. Como no podía ser de otra manera, después de la pasta que nos hemos dejado ahí", ha dicho, visiblemente enfadado. Lo expulsan de su casa de las últimas dos décadas, pero la familia de su pareja llevaba ahí un siglo, desde su construcción.

El Ayuntamiento de Donostia ha proporcionado una vivienda de emergencia temporal a la pareja. Tras el desahucio, Setién se ha dirigido hacia el ayuntamiento, acompañado de García, alguna otra activista de la plataforma y los y las ediles presentes. Su intención era hablar con la alcaldía para ver si le facilitan una alternativa habitacional y si es posible que se comuniquen con Azora para que le den "un tiempo razonable" para sacar sus pertenencias. "Me han dicho que hasta el lunes no puedo coger nada", ha anunciado, "le viene mal a la empresa". Además de tener que esperar hasta la semana que viene, los representantes de Azora le han comunicado que "seguramente" dispondrá de un solo día para ello. Falta esperar si el Ayuntamiento consigue una extensión.

Debido a la situación, García, en nombre de los organizadores de la concentración, ha pedido al consistorio que en el próximo pleno declare al fondo buitre Azora como empresa non grata. "Igual que estamos declarando indeseables" a quienes "provocan la guerra, vamos a declarar indeseables a elementos que no hacen la guerra con armas, pero la hacen con el poder, con la cuenta de resultados y aprovechándose de la ley", ha expresado.

Por su parte, a primera hora de la tarde, Azora ha enviado un comunicado en el que ha afirmado que se le ofreció a Setién una "alternativa" al desahucio hace tres semanas, que fue "rechazada". Asimismo, ha calificado como "falso" que se vaya a incrementar la renta un 33% a más de 10 familias. Ha añadido que a "más del 90% de inquilinos" a los que les vencía recientemente el contrato se les ha ofrecido mantener la renta y ha subrayado que "no hay procedimientos abiertos de desahucio ni hay fechas de lanzamientos previstos en los próximos meses".