Los rumores se han confirmado finalmente este viernes, cuando el Ayuntamiento de Tolosa ha sorprendido a los más incrédulos con un anuncio oficial: habrá Carnaval en 2022. Tras dejar sin efecto todas las restricciones y desactivar la emergencia sanitaria por parte del LABI, el Ayuntamiento entiende que no hay motivos para no celebrar el 'Inauteriak', con todo lo que ello supone.

Será probablemente la primera fiesta multitudinaria que se autorice después de casi dos años de pandemia. La alcaldesa, Olatz Peon, se ha mostrado ilusionada "porque todo el esfuerzo que hemos hecho durante estos casi dos años de pandemia, tanto las instituciones como la ciudadanía, vamos a poder celebrarlo con un Carnaval inédito. Creo que el de este año puede ser un bonito Inauteriak".

¿Y ahora qué? Ahora empieza una cuenta atrás frenética y sin precedentes en Tolosa. El Ayuntamiento ha confirmado que tratará de organizar todos los actos que pueda. "Lo que no se organice será por falta de tiempo, no porque no se permita. Si va a haber Carnaval, habrá aglomeraciones. Es una realidad que no podemos negar, y tendremos que hacer hincapié en esto, pero desde que decae el estado de emergencia, evitar aglomeraciones es una recomendación", declara a NOTICIAS DE GIPUZKOA Olatz Peon.

JUEVES GORDO: TXUPINAZO

Lo que por ahora se conoce es que el Jueves Gordo habrá txupinazo en la plaza Zaharra, el domingo diana y también se llevarán a cabo conciertos en la calle. Queda mucho por concretar y apenas faltan dos semanas para que estalle la fiesta.

El Ayuntamiento tiene previsto reunirse con representantes de carrozas y comparsas, txarangas, grupos de tiempo libr, y txoznas para determinar qué se puede hacer y qué no. "Nuestra intención es que haya vaquillas, pero la plaza de toros exige aprobar un plan de emergencia y no sabemos si vamos a llegar a tiempo. Lo intentaremos", avanza la alcaldesa.

Lo cierto es que las y los tolosarras estaban dispuestos a organizar un 'Inauteriak' alternativo, y prueba de ello es que no había mesas libres en los bares y restaurantes desde hace semanas, pero pocos imaginaban que iba a haber un "permiso oficial" por parte del Ayuntamiento, más aún cuando hace tres semanas se anunció la suspensión porque no se daban las condiciones para poder celebrar el Carnaval.

La alcaldesa siente que el viento sopla favorable: "La situación ha mejorado notablemente, la presión hospitalaria ha descendido y habiéndose desactiva la emergencia sanitaria y las principales medidas vigentes, hemos decidido celebrar el Carnaval que tanta falta nos hace".

UNA DECISIÓN "CONSECUENTE"

Más que una decisión valiente, la alcaldesa cree que es una decisión "consecuente" autorizar la celebración del Carnaval. "Como gobernante, hay que tomar decisiones; igual que tomamos la decisión desagradable de suspender el Carnaval porque la situación así lo exigía, también hay que tomar la decisión contraria. La gente lo pide y es normal; ya es el momento de dejar correr a todas las emociones tras unos años muy duros para todos", declara Peon.

REACCIONES

Tras la bomba informativa de este viernes, las reuniones de grupos, sociedades y comparsas serán este fin de semana las protagonistas. Quedan pocos días para que estalle la fiesta, pero el de Tolosa siempre ha sido un Carnaval improvisado y anárquico. Este año lo será más que nunca.

Quienes ya han convocado una reunión de urgencia son los miembros del Kabi Alai, componente importante del txupinazo de Ostegun Gizen, los encargados de encender la mecha festiva en el balcón consistorial y nombrar al Iñauterizale Kuttuna. Reconocen que la noticia les pilla a contrapié. "No tenemos nada preparado, porque no iba a haber Carnaval oficial, aunque hubiese un programa alternativo. Tendremos que analizar qué se puede hacer y hasta dónde podemos llegar, sin olvidarnos de que seguimos estando en pandemia", admite Iker García, integrante de la comisión del Kabi Alai.

Roberto Díez, carnavalero y alma mater del Festival de Viernes Flaco, tampoco puede ocultar su sorpresa. "Nosotros pensábamos hacer nuestro espectáculo en el Leidor, no sabíamos con qué aforo, pero teníamos el visto bueno de la alcaldesa. El espectáculo está pensado desde diciembre de 2020, es atemporal, muy tolosarra, y estamos con ganas de mostrárselo a nuestro público", explica.

Lo que tiene claro es que en Tolosa hay ganas de dar rienda suelta al espíritu carnavalero, que lleva mucho tiempo contenido: "Nos domina el Carnaval, lo vivimos de una forma muy especial", aunque también cree que el Ayuntamiento deberá "marcar las líneas rojas".

Para Edorta Jauregi, de la tienda de telas El Kilo de la calle Mayor de Tolosa, que hasta este viernes ha vendido "siete chilabas, alguna tela para los balcones y varios pedidos para el desfile de San Sebastián", el anuncio no llega con suficiente tiempo para organizar un Carnaval en condiciones. Este viernes ha empezado a recibir algunos pedidos, aunque lamenta que ya sea demasiado tarde para su negocio. "Faltan dos semanas y los grupos grandes ya no van a hacer nada. Las modistas son personas, no máquinas, y no pueden confeccionar tantos disfraces en tan pocos días. Me imagino que algo se moverá en estas dos semanas, pero creo que este año la gente va a tirar con lo que tiene en casa", adelantaba el comerciante.