El presunto violador en serie de Gipuzkoa, un ciudadano rumano relacionado con seis agresiones de índole sexual ocurridas en este territorio entre 2012 y 2019, afrontará este lunes su segundo juicio, esta vez por un caso ocurrido en Lasarte-Oria por el que se enfrenta a una petición fiscal de once años de cárcel.

Por su parte, la acusación particular, que ejerce la letrada Cristina Ramos, de la asociación Clara Campoamor, eleva su solicitud de pena hasta los doce años de prisión para este hombre que en la actualidad tiene 37 años.

El pasado mes de enero, el procesado se sentó por primera vez en el banquillo para ser juzgado por la presunta violación de una compatriota de 19 años, ocurrida en Beasain en julio de 2019, en el interior del domicilio de la chica al que supuestamente accedió violentamente cuando ella se disponía a salir para ir a trabajar, mientras le ponía en la cara un trapo impregnado en cloroformo. Una vez dentro del piso, con la mujer ya desvanecida, el procesado la abría agredido sexualmente, antes de abandonar precipitadamente el domicilio.

Sin solución de continuidad, el inculpado afrontará entre el lunes y el miércoles próximos su segunda vista oral por otra presunta violación ocurrida sobre las 7.00 horas del 1 de enero de 2015 en Lasarte-Oria.

Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, aquel día el hombre acudió a esta localidad "con clara intención de satisfacer sus deseos libidinosos y atentar contra la libertad sexual" de una chica, para lo que portaba un paño "impregnado" con sustancias que tenían "propiedades anestésicas" que "se absorben por inhalación".

Seguidamente, aclara el documento, "se ocultó en un pasadizo" en el momento en el que la víctima se dirigía a su domicilio y, "conocedor de que no pasaba nadie más por el lugar, la asaltó por la espalda" y supuestamente le colocó el trapo en la cara, "a la altura de la boca y la nariz".

El documento precisa que la joven "lanzó varios manotazos e incluso no respiró para evitar la agresión", si bien "perdió el conocimiento por inhalación del producto impregnado en el paño". Esta acción "anuló su capacidad de reacción", lo que presuntamente fue aprovechado por el acusado para violarla, tras lo que se marchó del lugar.

Al despertarse, la víctima se encontraba vestida pero "sentía un fuerte picor en la cara, los ojos y las fosas nasales", a pesar de lo cual llegó por su propio pie a su domicilio en el que se encontraban sus padres. A consecuencia de la agresión sexual, la joven sufrió varios hematomas, contusiones y erosiones y dermatitis de contacto en la cara que también le afectó a los ojos y a los párpados.

Junto a las citadas penas de prisión, la Fiscalía reclama que el acusado no pueda acercarse a la chica ni comunicarse con ella durante diez años y que la indemnice con 20.000 euros, cantidades que la acusación particular eleva hasta los 35.000 euros y los doce años de alejamiento.

Además de estas dos violaciones ocurridas en Beasain y en Lasarte-Oria, el procesado tiene pendiente una tercera vista oral, aún sin fecha, en la que se juzgarán conjuntamente una presunta violación más y dos tentativas de agresión sexual ocurridas en Anoeta, Andoain y Tolosa, por las que la Fiscalía pide penas que suman 28 años y diez meses de cárcel, mientras que la acusación particular y la acción popular elevan sus peticiones hasta los 29 años de prisión.

Finalmente, un sexto caso atribuido también a este hombre se encuentra en fase de instrucción y aún no ha sido calificado por las partes