on covid o sin covid. En grupos más pequeños, como este año, o en mesas XXL. Si hay algo que se repite cada Navidad es el exceso en comida y bebida.

Y otro hecho que se repite es el arrepentimiento y las promesas, a veces cumplidas y otras no, de iniciar una dieta o comenzar a hacer ejercicio. Ya ha llegado ese momento y hay cola en la frutería para llenar las cestas de frutas y verduras.

Incluso quienes optan por encargar comida preparada se toman un descanso. Angélica Idiáquez, de La Perola de Donostia, explica que en su establecimiento, aunque no se ha establecido "una dieta detox" como tal, sí se ha constatado que la clientela se decanta más por platos menos pesados y calóricos.

"Notamos más demanda de verduras, cremas y comida limpia en general, por lo que ampliamos nuestra variedad de oferta en este tipo de productos", añade Idiáquez.

Arantxa Ezcurdia es nutricionista y ha vuelto a notar un aumento de las consultas aunque, explica, a lo largo del año hay varios picos. "Lo normal es trabajar por trimestres: de enero a marzo, de marzo a junio (este es el pico más alto), tomar un descanso en verano y volver con fuerza de septiembre a diciembre". Parece que preparamos el cuerpo para pasarnos.

"En navidades, aunque cada vez hay mayor conciencia a la hora de alimentarse por estética y salud, rompemos la rutina en la que nos portamos mejor", explica la experta en nutrición. "En una o dos semanas, estando en familia y en momentos de placer, tenemos la excusa para decir hago lo que me da la gana y todo es comer y beber sin horarios y sin dormir lo suficiente", apunta.

"No es solo que cojamos peso, es que nos inflamamos y perdemos energía, porque toda la tenemos en el estómago digiriendo lo que comemos", evidencia. En ese momento lo que es claro que no se puede ni se debe hacer es decir ahora no como".

El consejo de Ezcurdia es claro, volver a la rutina, a "desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar" con orden, "sin picotear entre horas y sin estar en un pienso. Solo con eso, en un día ya bajas peso".

Eso solo para empezar. Luego hay que fijar unos menús organizados y más limpios y, así, "en dos semanas te quitas lo que has cogido en navidades".

Lo que no se debe hacer es autoaplicarse una dieta inventada de esas de "un puré al día". "Vamos a tener una mala sensación y vamos a fracasar, porque volveremos al punto de partida", asegura.

Hay que marcarse objetivos que se puedan cumplir, paso a paso. "Por ejemplo, podemos empezar por no picotear entre horas, beber más agua, retirar lo que ha sobrado en casa en fiestas, organizar menús con verduras y proteínas magras y elaboraciones a la plancha y sin rebozados...". Con eso y apostando por el ejercicio y el descanso, "enseguida me empiezo a sentir bien".

"Siempre hay que ser conscientes de que hay que comer bien. No nos tenemos que dar demasiada pena, pero tampoco ser las personas más restrictivas del mundo. Hay que ser consciente de que hay que mejorar pero no solo por estética, sino porque la alimentación es una herramienta para mejorar la salud, más si se está en una situación de obesidad o sobrepeso", destaca Ezcurdia.

A la hora de hacer deporte la receta es la misma: orden. "Hay que ponerse día y hora, como si fueras a clase de inglés, sin excusas para faltar", aconseja.

El equilibrio es la clave. ¿La receta? "Saber cuánto hay que comer, qué es mucho o qué es poco para cada persona". Solo así se logra mantener el peso. "Y aquí entran lo estereotipos, no vale pensar que me gustaría estar de una forma en concreto. Hay que reconocer cuál es tu cuerpo y hay que comer la cantidad que te hace estar sana y bien".

"Normalmente tendemos a sobrealimentarnos. Cuando hago un plan nutricional, algunas personas le llaman dieta, y no. Por debajo de eso nos desnutrimos y por encima, nos sobrealimentamos", destaca.

"Es verdad que, de vez en cuando, nos podemos dar algún capricho. Pero los excesos no sientan bien al cuerpo y es importante saber cuánto tengo que comer y cómo lo debo de combinar para que me siente bien", abunda la experta.

Pero ese cálculo debe llegar de la mano de profesionales. "No es cuestión de venir a que te riñan, sino saber lo que te corresponde por tu cuerpo o tu edad. Me ha pasado que venga gente a decirme que comía menos de lo que yo le he pautado y con el cambio, además de bajar peso, se siente mejor", incide Ezcurdia.

"Una vez se aprende, es cuestión de ponerlo en práctica, aunque haya piedras en el camino", declara. "Yo me dedico a enseñar cuánto hay que comer y cómo se combina la comida. No tenemos que sentir que la dieta es un castigo, porque así nos damos pena y no funciona", subraya.

Cada persona es un mundo y es fundamental conocerla para establecer esas pautas. "Hay que saber sus hábitos, puntos débiles... Según preguntas, vas sabiendo en qué falla, si es por falta de orden, de descanso, porque come fuera de casa, etc".

Mejor no confiar en milagros ni optar por carreras de velocidad. Calma, orden y no marcarse objetivos sin sentido. "Depende también de la forma de coger peso. Se puede engordar grasa o agua y estar inflamado. Un kilo es un kilo, pero la sensación no es la misma. Cuando una persona plantea que quiere perder más peso del que yo creo que debe perder, es porque está muy inflamada y tengo que explicarle de dónde viene esa inflamación y tratarla. Cuando sobra grasa normalmente te dice que quiere perder cinco kilos y suelen ser cinco los que sobran, más o menos", puntualiza.

En la actualidad, aunque el porcentaje de mujeres que acude a la consulta de Ezcurdia sigue siendo algo mayor que el de hombres, la diferencia se ha reducido a "un 60-40, frente al 80-20 de antes".

"Vienen muchas personas que quieren encontrarse mejor, muchos deportistas (aquí más hombres), mucho jovencito que quiere tener más cuerpo, gente mayor por verse mejor y por motivos de salud... El abanico es amplio", constata.

El problema es que "comer mal es mucho más fácil", porque es comida "más barata, que tiene aditivos para que enganche. Aunque somos mucho más conscientes y hay más preocupación por la comida, cuesta más desengancharse de la comida basura. Nos pasamos en eso. También afecta no tener tiempo para cocinar. Comer bien requiere organización".

Lo que es evidente es que "ya nos cuidamos más por salud y no solo por estética", de ahí que lamente que servicios como el suyo "no se incluyan en la Seguridad Social". "Hay que hacer pedagogía, explicar, no generar traumas pero no sentir pena y revisar hábitos".

"Si sonríes porque te estás cuidando es que lo estás haciendo bien, si no sonríes es que no lo estás haciendo bien. Hay que aprender a disfrutar de comer bien, de hacer ejercicio, de descansar lo necesario", rubrica.

Y hacer deporte con una sonrisa, convencimiento y constancia es igualmente importante. Así lo subraya Vicky Díaz Martínez, directora técnica del centro deportivo BPXport Riberas, en Donostia, que tiene claro que "el concepto ha cambiado" y ya no se espera a que pasen las navidades para ponerse las pilas y comenzar a practicar deporte.

"La mayoría de las personas se cuida todo el año. La gente está cada más concienciada y lo hace por salud. Hay que cuidarse todo el año, aunque siempre hay un pequeño repunte tras la Navidad, cuando comemos más y hacemos menos ejercicio", añade Díaz Martínez . Es un momento en el que llega más gente para perder esos kilos que se han cogido en pocos días, algo que se repite al acercarse la temporada estival.

"En estas fechas se cogen una media de dos o tres kilos. El cuerpo absorbe ese alcohol y esa comida de más, pero no es grasa. Con una buena alimentación y actividad física a diario se eliminan en poco tiempo", explica. "Hay que volver a la rutina y la disciplina es fundamental a todos los niveles", añade.

Porque, recuerda, en centros como el de Riberas se atienden también los casos de las personas que no se sienten bien por malos hábitos posturales a la hora de trabajar (que se pueden mejorar, por ejemplo, mediante pilates o body balance) y causas varias que se identifican con una evaluación individualizada.

Cuando una persona llega a un centro de estas características plantea sus necesidades, diferentes según objetivos, edad o características personales. Llega el momento de la "asesoría deportiva". No todo vale para todos y todas y la realidad de cada cual hace aconsejable "un entrenamiento determinado y siempre una pauta de alimentación saludable".

BPXport Riberas se encarga, sobre todo, de esa primera parte en la que son expertos. Midiendo distintas variables y realizando un seguimiento porque, reconoce la experta, a veces se intenta hacer trampas. Una aplicación de la que dispone el centro permite detectar si las pautas marcadas se siguen y se sabe el uso que el cliente ha hecho de las instalaciones.

A la hora de aplicar un entrenamiento hay que mirar la edad, la existencia de lesiones, el tiempo disponible... "A una persona joven y sin lesiones se le puede derivar a un programa más potente y, a quienes quieren ganar además en salud mental, la rutina de entrenamiento se deriva a actividades soft, para equilibrarte".

En la práctica deportiva también hay tendencias. Vicky Díaz reconoce que el zumba sigue estando de moda y que tiene sus ventajas, pero "hay actividades que la gente desconoce y pueden ser más beneficiosas. El trabajo de fuerza en mujeres es muy importante, porque previene lesiones y tiene muchos beneficios".

"El alto impacto ha ido desapareciendo y las actividades se orientan a la salud. El abanico es muy amplio y no hay problema para que una persona encuentre su actividad. No hay excusa ni por edad, necesidades, ni tiempo". Hay clases largas y exprés y los horarios son amplios. Es más, señala que una propuesta que han impulsado bajo el nombre de + 60, combinando fuerza, equilibrio, cuore y prevención, "está en auge" también entre las personas más jóvenes.

Milagros, insiste, no existen. "Constancia, trabajo, disciplina y alimentación saludable. Ejercicio un mínimo de tres días a la semana y un máximo de cinco. ¿Cuánto tiempo? Entre 30 minutos y una hora y media", Más tampoco es aconsejable, apunta.

"Si la máquina se fuerza falla y hay un efecto rebote. Si se trata de correr demasiado te genera estrés, un desequilibrio emocional y el cuerpo no reacciona como debe", abunda.

En casos de obesidad grave, además de acudir a profesionales de la medicina, la práctica deportiva se debe encarar con una asesoría porque, sobre todo al principio, lo que más necesitan es "apoyo y motivación". "Una persona con veinte kilos de más si se machaca en el gimnasio se puede romper y se lo tenemos que advertir, recordarle que hay límites. Se tiene que poner en manos de un entrenador personal e ir poco a poco, activando sus órganos. Luego llegará el momento de meterle otras rutinas".

Según la hora y la disciplina, hay un tipo de cliente u otro. "La gente de mediana edad, además de padle, viene a clases colectivas, como el spining o el body pump. Los de en torno a los 30 acuden más a la sala de musculación", rubrica la experta.

Esta profesional granadina constata que la gente joven se cuida, y mucho, pero también las personas de más edad. Jóvenes y adultos se dejan guiar. "La gente muy joven viene mucho y algo tienen que ver también las redes sociales", destaca la instructora que asegura que a veces "toca corregir y hacer que te escuchen porque buscamos salud".

"La gente está cada más concienciada de que hay que cuidarse todo el año, aunque haya repuntes"

Directora técnica de BPXport

"El alto impacto ha ido desapareciendo y las actividades se orientan más a la salud"

"No tenemos que sentir que la dieta es un castigo, porque así nos damos pena y no funciona"

Nutricionista

"No es solo que en pocos días cogemos peso, es que nos inflamamos y perdemos energía"