- Sin nada de luz natural, poco antes ya de la medianoche y las campanadas que anunciaban la llegada del flamante 2022, un escalador contactó con los Servicios de Atención de Emergencias: la noche le había sorprendido y se había refugiado en una fisura de la pared que estuvo escalando toda la tarde en el Anboto. Los operativos de la Unidad de Rescate de la Ertzaintza fueron avisados y, desde ese mismo instante (eran alrededor de las once de la noche) se mantuvo contacto con el montañero para conocer su estado de salud y de ánimo, tarea asumida desde SOS Deiak.

Todo estaba planeado para que a primera hora de la mañana de ayer despegara el helicóptero de rescate. Sin embargo, las condiciones climatológicas en ese momento no eran las más adecuadas para la maniobra de aproximación sin riesgo para ambas partes. Así las cosas, el técnico de Atención de Emergencias responsable del operativo optó por desplazar al lugar recursos de la Unidad de Vigilancia y Rescate en montaña de la Ertzaintza, que procedieron al rescate del escalador, que se encontraba en buen estado.

No fue el único salvamento efectuado ayer primer día del año. Esta vez fue en la costa, en el mirador de Ogoño (Elantxobe), donde una mujer de 58 años sufrió una caída. Los Servicios de Emergencias trasladaron a la herida en helicóptero hasta Ibarrangelu y luego en ambulancia al hospital de Galdakao con una posible rotura de cadera y luxación de hombro.