Gipuzkoa cierra este miércoles un complicado puente festivo en el que el sector turístico del territorio ha tenido que librar dura batalla en varios frentes. Los visitantes estatales saben que por estas fechas la meteorología no es precisamente una buena aliada, pero tampoco esperaban que lloviera a mares como lo está haciendo. El inclemente aguacero siempre retrae, pero lo que definitivamente ha cogido con el pie cambiado al turismo estatal ha sido la nueva expansión en Euskadi del virus.

Una sexta ola que comenzaba a mostrar sus garras a las puertas del puente, modificando por completo el escenario, para lastrar así los planes de cientos de familias que tenían programada una visita al territorio. "La semana pasada prácticamente cogíamos el teléfono para atender anulaciones", coinciden en señalar desde varios hoteles de Donostialdea consultados, que hablan de una ocupación "floja".

La de hoy es una de esas jornadas festivas en las que el personal de gestión de estos establecimientos no trabaja, pero sí lo hacen sus empleados a pie de recepción. Sin dar nombres, dicen que la actividad se ha resentido. "¿El nivel de ocupación? No sé, como el tiempo que estamos teniendo durante tantos días: muy triste, gris", indican desde el Hotel Jauregi de Hondarribia.

Alertas por lluvias, nieve que esta tarde de miércoles amenaza con bajar su cota a 600 metros, exigencia de pasaporte covid para acceder a restaurantes, contagios al alza... Tantos factores adversos han supuesto un reto mayúsculo para el sector turístico que, a falta de cifras oficiales, cierra un puente festivo con una ocupación hotelera en Euskadi de entre un 60-70%.

NUEVO EMBATE PANDÉMICO

El consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, ha señalado esta mañana en una entrevista radiofónica que las cifras son "positivas" y que el sector no se ha resentido especialmente del nuevo embate pandémico a pesar de ser una de las comunidades con peores datos en la evolución de la emergencia sanitaria.

Ha reconocido que la situación es "complicada" y hay que estar "vigilantes", pero ha manifestado que las cancelaciones han sido "puntuales". Una versión que no coincide exactamente con la que trasladan desde el sector. "Nadie contaba con esta nueva situación sanitaria, y eso ha tenido un efecto innegable que ha provocado que muchas familias cambien de planes", aseguran.

Sitúan como punto de inflexión la declaración de emergencia decretada en Euskadi el jueves pasado para contrarrestar los efectos de una nueva fase de la epidemia que ha multiplicado por diez la tasa de incidencia de los contagios en mes y medio, y que ha pasado a ser la tercera ocupación de los vascos.

Con las maletas prácticamente en la puerta de casa, Gipuzkoa, reclamo turístico por excelencia, regresaba a uno de los peores momentos de expansión del virus en el inicio del macropuente de la Constitución, con una sexta ola que, según indican desde el sector, ha hecho arrojar la toalla a "muchos visitantes" que han cedido ante una incidencia desbocada de 745 casos en Euskadi y 1.177 en Gipuzkoa.

"VAIVÉN DE CANCELACIONES"

"La verdad es que ha habido un vaivén de cancelaciones en los últimos diez días", confirma a este periódico Idoia Ezkurdia. La gerente de Nekatur, la Asociación de Alojamientos Rurales de Euskadi, indica que a pesar de la compleja coyuntura Gipuzkoa ha podido salvar los muebles. "Hemos cerrado el puente con una ocupación en el territorio del 66,5%, un punto más que en 2019, algo que no está nada mal teniendo en cuenta el contexto covid y el mal tiempo", avanza.

Las cancelaciones en este tipo de establecimientos se han producido principalmente por clientes que han arrojado un resultado positivo en los test. "Más que miedo a la situación sanitaria lo que hemos tenido han sido reservas anuladas por clientes que se han visto en la necesidad de autoaislarse por el contagio del virus. En algunos casos, hemos tenido cancelaciones de casas enteras porque habían hecho la reserva grupos en los que se ha registrado algún positivo por covid, lo que ha provocado que el resto tuviera que guardar una prudente cuarentena", explica.

El mayor número de cancelaciones se ha producido en Bizkaia, que ha registrado un nivel de ocupación del 54,5%, lo que supone dos puntos menos que en 2019. En Araba, en cambio, el porcentaje ha sido del 71%. "Pese a todo -añade Ezkurdia- hemos constatado que la gente tiene ganas de salir. Se percibe que los clientes están dispuestos a moverse después de tanta restricción y a la espera de la situación que pueda plantearse. De hecho, más de uno y una ya nos decía que querían aprovechar antes de que la situación empeore".

El consejero de turismo ha remarcado este domingo que el País Vasco es "un destino seguro", y que la ocupación hotelera y las pernoctaciones alcanzandas en los agroturismos por el empuje de visitantes estatales compensan la caída del turismo internacional, ya que en verano se redujo del 40 al 20% por las restricciones derivadas del coronavirus. A pesar de las cancelaciones de reservas "puntuales", el consejero ha puesto en valor las "fortalezas" turísticas de Euskadi.