- La expansión de la pandemia del coronavirus en Gipuzkoa y Euskadi es “preocupante”, según afirmó ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, quien advirtió de que “nos encaminamos hacia la declaración de la alerta sanitaria”. Y los datos le dan la razón. La incidencia acumulada se sitúa ya en 807,26 casos de covid-19 por cada 100.000 guipuzcoanos, una cifra cercana al pico de la quinta ola, que tuvo lugar el 27 de julio, con 844,76 casos.

Apenas dos meses después de que el 6 de octubre el lehendakari Urkullu firmase el decreto que ponía fin a la emergencia sanitaria en Euskadi y el fin de las restricciones por la pandemia del covid-19, el Consejo de Gobierno podría aprobar hoy el decreto de vuelta a esta emergencia y con ello volvería a estar en vigor la ley antipandemia que recoge diferentes restricciones según los niveles de incidencia recogidos en el plan Bizi Berri IV, que estuvo en vigor en Euskadi entre julio y octubre.

Dentro de este preocupante escenario, Gipuzkoa se sitúa como punta de lanza puesto que durante la última semana el territorio ha alcanzado una cifra récord de esta sexta oleada, con 676 casos diarios. Fue el pasado jueves, 25 de noviembre.

Si bien en la última jornada correspondiente a este domingo los positivos fueron 375, basta echar la vista atrás a los últimos siete días para advertir que se han detectado en Gipuzkoa un total de 3.560 nuevos casos, más de la mitad del total de Euskadi (el 56% concretamente). Una cifra equivalente a todos los vecinos de Zizurkil (3.025 habitantes), y otras 500 personas más.

Tras semanas de continuo ascenso en el número de contagios y de un empeoramiento de los principales indicadores de la pandemia, el coronavirus ha vuelto a impactar de lleno en los hospitales vascos.

En un primer momento el avance de la vacunación fue suficiente para frenar la expansión del virus, evitando que el covid-19 tensionase de nuevo la red hospitalaria vasca. Sin embargo, el aumento de los contactos y la relajación de buena parte de la población - sin hacer un uso adecuado de la mascarilla o mantener la distancia social, entre otras medidas preventivas- ha provocado que en la última semana el número de pacientes con coronavirus no haya dejado de incrementarse, como demuestra la situación que presenta Gipuzkoa.

El mapa de municipios sigue tiñéndose de rojo y cada vez son menos los huecos en otro color en el conocido como semáforo del covid-19. Si la semana pasada eran una veintena de localidades de Gipuzkoa las que todavía se mantenían por debajo del límite de 150 casos por cada 100.000 habitantes, el mes de noviembre se va a despedir con solo catorce municipios fuera de ese límite.

Se trata de Abaltzisketa, Aduna, Alkiza, Arama, Belauntza, Berrobi, Elduain, Gaintza, Gaztelu, Larraul, Leaburu, Leintz Gatzaga, Orendain y Zaldibia. En el lado contrario destaca Azpeitia, con una tasa de incidencia disparada hasta los 2.181,34 casos por cada 100.000 habitantes tras sumar 216 positivos en los últimos siete días. De hecho, hay 28 municipios que están por encima de los 1.000 casos de incidencia acumulada.

Respecto a Donostia, donde en varias jornadas de la semana precedente se superaron el centenar de casos diarios, la incidencia ya se encuentra en los 558,66 positivos por cada 100.000 habitantes.

Por desgracia, el desenlace de esta escalada de contagios es un empeoramiento de la situación de los hospitales vascos, donde ya hay 47 ingresados en las UCI y 18 personas han fallecido.

Dicho de otro modo, en apenas dos semanas la cifra tanto de ingresados en planta como en UCI se ha duplicado, ya que el 15 de noviembre eran 27 los enfermos que estaban en las UCI y 116 en planta, mientras que ahora son 47 y 214, respectivamente.

medidas más severas

La necesidad de buscar un paraguas jurídico para adoptar medidas urgentes -el Gobierno Vasco ha tenido que recurrir ante el Supremo la negativa del TSJPV a imponer el pasaporte covid- obliga al Ejecutivo a decretar la emergencia sanitaria. Para ello, Salud estableció el umbral de 50 pacientes en camas UCI pero el empeoramiento del resto de los indicadores invitan a tomar medidas “más severas” en el marco de la ley vasca antipandemia.

Nuevas restricciones que se prevén lleguen más pronto a tenor de la advertencia que lanzó ayer la consejera de Salud Gotzone Sagardui. “Las señales son suficientes como para combatir este virus ya, no mañana”, sentenció Sagardui en una entrevista en Radio Euskadi.

Gotzone Sagardui no dudó en definir la situación como “preocupante” tras constatar que en la jornada del domingo se detectaron 663 nuevos positivos. También reconoció estar preocupada por la nueva variante Sudafricana: “ómicron ha llegado a Europa, nosotros seguimos con nuestras secuenciaciones... nos mantenemos alerta”, afirmó la consejera de Salud. El empeoramiento de todos los indicadores tiene su repercusión en los fallecimientos, ya que en solo una semana se han triplicado las personas muertas por covid-19. En concreto, 18 personas fallecieron entre el 22 y el 28 de noviembre, frente a los cinco fallecimientos notificados la semana precedente. Se trata de la cifra más alta desde finales de septiembre.

Posibles restricciones

Ocio nocturno

Según el plan Bizi Berri IV en su nivel tres, el que se encuentra actualmente Euskadi, el ocio nocturno volvería a cerrar.

22-1.00 horas

El horario máximo de cese de actividades y establecimientos se situaría entre las 22.00 y las 1.00 horas y entre las 6.00 y las 9.00 horas.

50% aforos

Con carácter general para recintos y establecimientos se situaría en el 50%. En interiores de establecimientos con intensa interacción social quedarían entre el 30/40%.

Público

El máximo en recintos no podrá superar las 400 personas en interiores y las 600 en exteriores. En instalaciones con más 5.000 personas, el aforo máximo será del 20%.

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