La variante ómicron del coronavirus, que ha llevado a muchos países a suspender los vuelos con África austral y a aplicar restricciones a los viajeros procedentes de varios países del sur de África, preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la treintena de mutaciones que presenta y su aparente mayor transmisibilidad y riesgo de reinfección, aunque aún faltan datos para determinar su impacto.

No obstante, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya ha pedido "prepararse para lo peor" ante la aparición de esta nueva variante. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que el riesgo que plantea globalmente la nueva variante ómicron es "muy alto".

Los expertos de la OMS apuntan que ómicron es una variante "altamente divergente" con "un alto número de mutaciones", incluyendo de 26 a 32 en la proteína de la espiga del virus (la puerta de entrada del SARS-CoV-2 al organismo", algunas de las cuales "son preocupantes y pueden estar asociadas con el potencial de escape inmunológico y una mayor transmisibilidad".

Sin embargo, estos mismos expertos aclaran que "todavía existen considerables incertidumbres". En primer lugar, reconocen que una duda es "el grado de transmisibilidad de la variante". Además, tampoco está claro que la variante ómicron cause una enfermedad más grave que otras variantes. De hecho, la presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica y una de las descubridoras de la nueva variante, la doctora Angelique Coetzee, ha pedido que no cunda el "pánico innecesario" ante esta nueva modalidad, cuyos síntomas son, según los datos que baraja en estos momentos, "muy débiles".

En este sentido, Coetzee ha explicado que entre los casos confirmados el principal síntoma que se observó entre los positivos fue el de una intensa fatiga. En cambio, ninguno de los pacientes sufrió pérdida del gusto o del olfato, como sí ocurre con otras variantes y es uno de los síntomas más evidentes para identificar un posible contagio con las cepas más habituales. Además, en el caso de la nueva variante ómicron, también se han reportado en algunos casos fiebre, dolor muscular y ritmo cardiaco elevado, unos síntomas que en este caso sí están presentes en otras cepas.

Por otra parte, la OMS aún no tiene una posición fija sobre "la eficacia de las vacunas para proteger contra la infección, la transmisión, la enfermedad clínica de diferentes grados de gravedad y la muerte" en esta nueva variante. En este sentido, afirman que está por ver "si la variante presenta un perfil de gravedad diferente" a la de las otras variantes.