En el marco de la presentación ayer del plan de residuos industriales de Euskadi, la consejera Arantxa Tapia, aseguró que la empresa Valogreene Paper BC S.L. cuenta con todas las aprobaciones para instalar en el polígono de Larramendi de Bergara una planta de tratamiento y eliminación de residuos del sector papelero vasco. Esto ya no es así.

Hoy, el Ayuntamiento ha comunicado que el alcalde de EH Bildu, Gorka Artola, ha emitido un decreto de alcaldía que suspende el informe de compatibilidad urbanística que aprobó en julio. La razón, que en la solicitud de la licencia se especificaba un tipo de actividad que no correspondía con la reflejada en la petición al Gobierno Vasco para obtener la declaración ambiental.

Este decreto de alcaldía se ha producido pocos días después de que el Ayuntamiento hubiera recibido el informe medioambiental encargado a la empresa Fitcher. El informe no se ha hecho público, pero en la rueda de prensa que convocó el viernes, en base al contenido del mismo el alcalde trasladó la idea de buscar una fórmula para revocar la autorización municipal. "Sin garantías no podemos permitir la planta de residuos", señaló.

Además, el Ayuntamiento ya empezaba a sentir la presión de los vecinos del entorno del polígono. Los vecinos de los barrios rurales de San Juan, Ubera y Basalgo han convocado para mañana jueves una concentración en la Plaza San Martín de Bergara, a las 19.00 horas, bajo el lema “Bergarako Larramendin erraustegirik ez”.

Además, continuarán con la recogida de firmas para presentar alegaciones el Gobierno Vasco en contra del proyecto. De jueves a domingo colocarán mesas en diferentes puntos de Bergara, y acercarán también la iniciativa a Antzuola y Elgeta. El plazo de alegaciones finaliza el 8 de noviembre. El Gobierno municipal solicitó su ampliación hasta el día 29 de este mes.

Tal y como ya avanzó el domingo este diario, la polémica sobre los residuos que durante años marcó la política en Gipuzkoa aflora de nuevo, ahora con los residuos de carácter industrial. Azkoitia se nego recientemente a autorizar la implantación de un planta para la recupertación de los residuos pertenecientes a la construcción. Ahora, Bergara mete el freno a esta iniciativa del sector papelero vasco. Y es que el cierre de los vertederos de Zaldibar y de Mutiloa ha dejado a las empresas vascas huérfanas de lugares donde depositar los restos de su actividad productiva.

Determinar la actividad

Lo que el alcalde de Bergara exige a la empresa Valogreene es que determine qué actividad va a desarrollar y realice una nueva solicitud. En el comunicado que ha hecho público reseña que la actividad que figura en el informe presentado por Valogreene para instalarse en la localidad "no coincide ni con la actividad que se recoge en el proyecto que se somete a la autorización ambiental integrada "ni con la actividad" que se sometió a exposición pública el pasado septiembre en el Boletín Oficial del País Vasco.

Según explica, el pasado 11 de junio se presentó en el Ayuntamiento una consulta urbanística para la instalación de una planta de "producción ecológica de cargas minerales para la industria" en la parcela H del polígono Larramendi en nombre de Greene Waste To Energy, empresa matriz de Valogreene Paper BC, "que sería quien implementaría" la instalación en Bergara.

El 23 de septiembre fue publicado en el BOPV el anuncio del director Calidad Ambiental y Economía Circular del Gobierno Vasco por el que se somete a información pública el proyecto técnico y estudio de impacto ambiental presentado por Valorgreene Paper BC en el que constaba su actividad como "gestión de residuos no peligrosos".

  • Lea más: La gestión de residuos industriales toma el testigo de la polémica en Gipuzkoa

La arquitecta municipal de Bergara emitió el pasado 23 de octubre un nuevo informe en el que advirtió de que la solicitud del informe de compatibilidad urbanística se realizó para la actividad de "producción ecológica de cargas minerales para la industria" y señalaba que la petición de impacto ambiental remitía a una actividad de "tratamiento de subproductos de la industria del papel".

Asimismo indicaba que el anuncio publicado en el BOPV recogía que la actividad de la empresa era la "gestión de residuos no peligrosos".

Ante esta situación, el Ayuntamiento ha decidido "dejar sin efecto" el informe de compatibilidad urbanística realizado el pasado mes de julio y solicita que la empresa determine "qué actividad" va a ser la que tiene previsto desarrollar en Bergara y proceda a realizar una nueva solicitud de compatibilidad urbanística.