a sociedad no guarda una buena imagen del sistema penitenciario. En general, observamos la prisión como un centro de custodia de presos, cuando el objetivo primordial es reinsertar y educar a las personas que han ingresado por cometer un delito y que, una vez cumplida la pena, van a regresar a la sociedad".

Esta fue una de las reflexiones que se escucharon ayer en el marco de un nuevo ciclo de conferencias organizado por la Universidad de Deusto sobre el nuevo modelo penitenciario vasco. La jornada de ayer, en la que participaron Miryam Iparragirre, trabajadora social de la cárcel de Martutene, y Demelsa Benito, doctora en Derecho y profesora de la Universidad de Deusto, tuvo como objetivo analizar el modelo de inclusión en el sistema penitenciario. Iparragirre, quien pronunció las palabras que abren este texto, insistió en la necesidad de que el paso por prisión "ha de ser provechoso", con el fin de que la persona pueda reinsertarse en la sociedad una vez haya cumplido la pena. "Cuando ingresan en prisión, les hacemos un chequeo social o diagnóstico para trazar un plan adecuado a sus carencias y/o necesidades. A partir de ahí realizamos un trabajo a nivel asistencial que comprende realizar una serie de acciones como pueden ser la regularización de su situación, realizar valoraciones de discapacidad o dependencia o tramitar solicitudes de recursos residenciales. El hecho de trabajar con personas en situación de exclusión en la propia prisión nos permite realizar un trabajo que no podríamos hacer fuera", explicó la trabajadora social.

Benito, por su parte, incidió en la necesidad de analizar los condicionantes que han podido llevar a una persona a delinquir, condicionantes como adicciones o problemas mentales que, a su vez, le convierten en una persona vulnerable. En ese sentido, abogó por la necesidad de crear recursos comunitarios de cara a las personas que viven situaciones de vulnerabilidad cronificada y que cuando salen de prisión tienen dificultades para integrarse en la sociedad.

Las participantes debatieron también sobre medidas como las revocaciones o las conformidades de las penas. La doctora en Derecho advirtió de que la conformidad es una medida mediante la cual la persona asume el delito que ha cometido, recibiendo una rebaja de la pena. "El papel de los abogados en estos casos es fundamental, ya que deben informar debidamente a su cliente de lo que implica asumir la conformidad". Y es que, según lamentó Iparragirre, "hay casos en los que se ve claramente que no van a poder cumplir, por lo que vuelven a reincidir. Vemos casos de personas muy jóvenes que pasan constantemente por el sistema judicial, acumulando condenas". "Una estancia corta en la cárcel", añadió, "es un problema, porque no da tiempo a trabajar con el sujeto y es habitual que, al poco de obtener la libertad, vuelvan a entrar".

Bajo el título (Re)pensando nuestras fronteras: la cárcel y la sociedad en el nuevo modelo penitenciario", en total se han celebrado tres encuentros en el campus donostiarra con el fin de reflexionar y debatir en torno al nuevo modelo penitenciario, un tema de plena actualidad, especialmente, tras hacerse efectiva la transferencia de los tres centros penitenciarios ubicados en Euskadi a las instituciones vascas el pasado 1 de octubre.

Inauguraron el ciclo Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Martín Iriberri, capellán de la prisión de Martutene y Jaime Tapia, asesor del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. El interesante coloquio se celebró tan solo una semana después de producirse el traspaso de prisiones. Una de las cuestiones en las que insistió la consejera fue que la competencia penitenciaria "es una competencia sensible y que debe ser justa, solidaria e inclusiva".

La segunda sesión contó con la participación de Iñaki Subijana, presidente del TSJPV y la profesora de Deusto Andikona Uriarte, y versó en torno a un tema que ha sido objeto de debate a raíz del estreno de la película Maixabel: la justicia restaurativa.

"Una estancia corta en prisión no sirve; desocializa y

no es restaurativa"

Trabajadora social de la cárcel de Martutene

"Es preciso tener en cuenta los condicionantes que le han llevado a una persona a delinquir"

Doctora en Derecho y profesora de Deusto