La asociación de salas de cine de Euskadi (EZAE) y la Federación de Cines de España (FECE) han pedido al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) la adopción de "medidas cautelarísimas" ante "las graves pérdidas" que les ocasiona la prohibición de comer" en los locales de exhibición por la pandemia de covid-19

EZAE y FECE han dado a conocer esta decisión en una nota, en la que también han denunciado la, a su juicio, "inseguridad jurídica" y la "arbitrariedad" de esta medida que, en su opinión, también supone una "vulneración del principio de igualdad por agravio comparativo y falta de justificación y proporcionalidad".

Han recordado, en este sentido, que en los cines de Euskadi "la pérdida conjunta por día, al no permitirse el consumo de golosinas y refrescos, es de 27.432 euros" lo que ya suma un acumulado de "384.041 euros en estas dos últimas semanas".

Por este motivo, ambas asociaciones han presentado este martes un recurso contencioso administrativo ante el TSJPV en el que demandan la adopción de "medidas cautelarísimas", contra la orden del 6 de octubre de la Consejería vasca de Salud que prohíbe el consumo de golosinas, refrescos o similares en las salas de cine.

Una medida que, según señalan ambos organismos, produce "inseguridad jurídica" por su "arbitrariedad" que conlleva una "vulneración del principio de igualdad por agravio comparativo y falta de justificación y proporcionalidad", dado que Euskadi "es la única comunidad" española que "prohíbe consumir en los cines".

En concreto, las salas de cine demandan que mediante el procedimiento de urgencia se "suspenda la vigencia" de los apartados segundo y quinto del anexo de la orden, lo que permitiría volver a consumir alimentos en las salas de exhibición.

"Es importante recordar -prosigue el comunicado- que esta actividad supone de promedio el 30 % de los beneficios de los cines vascos, aunque en algunos de ellos llega al 45 %", por lo que se trata de una restricción que "amenaza gravemente la supervivencia de muchas salas si se prolonga en el tiempo".

El recurso incide también en que "no se ha producido ningún foco de contagio durante la pandemia en Euskadi" y en que el servicio de venta y consumo de golosinas, refrescos y similares se ha ofrecido "cuando las tasas de incidencia acumulada llegaban a 400 casos por cada 100.000 habitantes" y "la tasa de vacunación era aún bajísima".

"Sin embargo, ante el notorio alivio de la situación sociosanitaria y mientras se ha mejorado la situación general de muchos sectores económicos, se ha decidido restringir de forma incomprensible la actividad de las salas de cine prohibiéndoles lo que antes se les permitía", recalca el comunicado.

Ambas asociaciones inciden también en que si el argumento para prohibir el consumo en el interior de las salas es la apelación al uso de la mascarilla éste "debería aplicarse también en txokos, sociedades gastronómicas, comedores escolares y espacios para comer de los centros de trabajo, donde se consumen alimentos y bebidas sin obligación de respetar la distancia de 1,5 metros".

Recalcan, en este sentido, que en las salas de cine "no hay interacción social", porque "todos los espectadores están en la misma dirección, la actividad se desarrolla en silencio, la retirada de la mascarilla es puntual, los espacios con muy amplios y con sistemas óptimos de ventilación, y no todos los clientes consumen alimentos ni lo hacen en el mismo momento".

Advierten también, entre otros argumentos, de que "no existe situación de riesgo inminente y grave que justifique las restricciones" de la orden del Gobierno vasco, al tiempo que consideran "absolutamente insuficientes" las ayudas de 200.000 euros anunciadas por el Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco para paliar la caída de espectadores a sus negocios como consecuencia de la pandemia y las medidas restrictivas.