l palacio de Miramar y los cursos de verano de la UPV/EHU fueron el marco en el que ayer se unieron los cuatros partidos con mayor representación en la CAV para debatir sobre el pacto intergeneracional. De la mano de la fundación Aubixa, cuya labor gira en torno a la demencia y el envejecimiento de la población vasca, PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos debatieron en torno a los desafíos de las diversas generaciones y la necesidad de poner en valor los cuidados en la sociedad actual.

La mesa redonda, moderada por la periodista Lourdes Pérez, tuvo como invitados al presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB) y el PNV, Andoni Ortuzar; el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi; el secretario general del PSE en Gipuzkoa y portavoz en el Parlamento Vasco, Eneko Andueza, y la coordinadora general de Podemos Euskadi y diputada en el Congreso, Pilar Garrido.

Los cuatro políticos coincidieron, aunque con leves matices, en la necesidad de un "pacto de país" en torno a los cuidados y en la viabilidad del mismo con la participación de sus partidos. Ortuzar confirmó que "entre los cuatro que estamos aquí no debiera de ser difícil"; en la misma línea se expresó Andueza, que indicó que un acuerdo de esas características "es necesario y, además, sería factible", al tiempo que Garrido reafirmó que "hay que hacer un esfuerzo de construcción de país" a través "del dialogo y del pacto". Otegi, en cambio, abogó por "pactos parciales", más allá de acuerdos "estructurales", e incidió en que "estamos en un país" en el que "o es el gran acuerdo o es el gran desacuerdo", pero que también era posible el término medio.

Otros aspectos que salieron a debate tuvieron menos consenso entre los participantes, como el planteamiento de una brecha intergeneracional que estuviera afectando "al modelo de desarrollo social". Ortuzar y Andueza lo negaron; el presidente del PNV alegó que los mayores "están siendo un puntal en el sostenimiento familiar durante muchos años", pero que "donde creo que hay menos compromiso es entre las jóvenes generaciones", donde él mismo se incluía. El líder del PSE en Gipuzkoa, por su parte, esgrimió el argumento de la "brecha unipersonal", haciendo referencia a "una sociedad cada vez más individualizada, probablemente más egoísta" y poniendo el énfasis en "cuidar al que cuida".

En cambio, Otegi y Garrido sí constataron una brecha o diferencia entre generaciones, que achacaron, sobre todo, a la precariedad, tanto de los jóvenes como de quien se encarga de promover los cuidados a los mayores. El responsable de EH Bildu planteó que "cuando se habla del compromiso de los jóvenes, hay que atender cuál es su situación" y alertó de que "existe una brecha terrible" que "tiene muchas consecuencias económicas, sociales y emocionales". La líder de Podemos Euskadi puso "el acento" en la "ruptura del pacto social" y en "la crisis de los cuidados", debido a que "este sistema económico y social se ha sustentado en un trabajo de las mujeres, no remunerado, feminizado y privatizado".

La Ley de Servicios Sociales de 2008 y el modelo de funcionamiento de las residencias fueron temas que suscitaron especialmente el debate entre las formaciones. En cuanto a la Ley, el PNV fue el único partido que lo defendió como tal; en ese sentido, Ortuzar afirmó que la CAV tiene un "sistema bastante progresista", aunque "evidentemente, necesita retoques y mejoras", ya que "la sociedad del 2008 y la del 2021 no tienen nada que ver".

En el lado de las críticas, y respondiendo a la cuestión de si Euskadi ha "llegado tarde a los desafíos que comporta el envejecimiento", Garrido afirmó "sin paños calientes" que "llegamos tarde" y "mal" y que "ha habido tiempo de poner un poco más de cariño y de atención a los problemas" consecuencia de dicha vejez. Otegi puso el punto en la "mercantilización de los cuidados", poniendo como ejemplo que en su generación "la vejez será diferente en función de la renta que tengamos". Andueza tuvo un tono más suave y convino que su partido puede "en muchos casos compartir" la necesidad de acciones "que algunos ven tan necesarias", pero declaró la idoneidad del Parlamento Vasco para "someter a debate todas esas cuestiones".

Respecto al planteamiento de si las residencias se han convertido en "aparcaderos de mayores" y el debate sobre el modelo de actividad de las mismas, a raíz de las muertes provocadas por el covid entre los usuarios de dichos espacios, Ortuzar concluyó que "si algo hemos aprendido" es que "la residencia debiera ser el último recurso" al que acudir, cuando ya no sea posible que los mayores vivan en sus casas. En esta idea coincidió con Andueza, que calificó estas estancias como " la última estación" cuando no haya más posibilidades.

Además, el presidente del PNV afirmó que en las situaciones de dependencia más altas, "la administración tiene que garantizar el 101%" en cuanto a "la mayor de las dignidades", pero que sí tenía "esa sensación" de que las residencias fueran "aparcaderos" en el caso de los ancianos con las facultades menos mermadas.

Otegi coincidió con Ortuzar en ese aspecto, al tiempo que expresó que "lo que está de moda es estar joven", pero lo quiso distinguir del momento en que en términos "biológicos" y "sanitarios" es "imposible" que una familia pueda cuidar de sus mayores si la infraestructura de las residencias, como en el caso de movilidades tan reducidas en la que es necesario el uso de una grúa.

Andueza declaró que las residencias "son una realidad más del día a día", a lo que sumó que "por una premisa fundamental de respeto" y a "lo que debemos a nuestros propios mayores, creo que no podemos vivir de espaldas" a esa situación. Garrido reiteró que la residencia "es un mecanismo muy necesario" cuando es indispensable el cuidado a los mayores, pero también quiso criticar el modelo construido, que afirmó que "no funciona", e incidió en construir "un sistema que atienda a las necesidades individualizadas de las personas", y que las personas de la tercera edad "no tienen que adecuarse a los servicios de las residencias".

En el cuidado fuera de las familias, y fuera de las residencias, los partidos insistieron en la precariedad de dichas trabajadoras, principalmente mujeres y migrantes, y todos coincidieron en la necesidad de una formación para que este colectivo de mujeres no sean "revictimizadas", en palabras de Ortuzar. En este sentido, Andueza, reparó en el "estrés" y "accidentes laborales" que sufren estas mujeres por la falta de formación y Otegi apuntó que el trabajo que realizan es el que "no podemos y a veces no queremos hacer".

Los partidos coincidieron con el perfil feminizado y precario de quienes se encargan del cuidado de los mayores a distintos niveles