- Las negociaciones con los Estados miembros de la UE y con el Parlamento Europeo pueden llevar hasta dos años, según los expertos, para materializarse, pero la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, aseguró ayer que Euskadi “ya está trabajando” para lograr la neutralidad climática que la Comisión Europea ha fijado para el año 2050, a través del modelo vasco para un desarrollo económico justo y sostenible, Basque Green Deal. Tapia se refirió así, en una entrevista en Euskadi Irratia, al proyecto climático presentado este pasado miércoles por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

No obstante, precisó que “aún quedan muchos temas por aclarar”, entre ellos, la adecuación del precio de producción y venta de coches eléctricos, la adecuación de sistemas de recarga a las necesidades de la sociedad -la Comisión prevé que se instalen puntos de carga o electrolineras cada 60 kilómetros, la preparación de la red eléctrica para soportar todas las cargas necesarias o la apuesta por las renovables.

En este sentido, destacó que tanto en Gasteiz como en Donostia existen centros que trabajan en diferentes tecnologías en torno a las baterías de coches eléctricos, basadas precisamente en la tecnología para desarrollar las celdas de las mismas.

“Esa es nuestra diferencia y pensamos que puede ser una oportunidad para tener una producción así aquí”, apuntó, y añadió que apoyará el desarrollo de las baterías, tanto si llegan los fondos comunitarios recuperación como si no.

Por otro lado, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente se refirió a la reunión mantenida este pasado miércoles en Madrid en torno a la Política Agraria Común, y destacó que siendo necesario continuar con la negociación.

En su opinión, el documento presentado no está aún “en condiciones de ser aprobado”. “De hecho, aunque se consideren adecuados algunos temas, hay otros que hay que trabajar mucho más, como el tema de los ecoesquemas”, añadió.

Por su parte, varios partidos políticos del Estado coincidieron ayer en que la Ley de Cambio Climático, aprobada el pasado 20 de mayo en España, “se ha quedado corta” en sus objetivos, “poco ambiciosos” y “alejados” de los presentados por la Comisión Europea en su paquete de medidas Fit for 55.

Los diputados se reunieron ayer de forma telemática, en torno a una mesa redonda organizada por la asociación medioambiental Ecodes, para analizar la propuesta de la Comisión, que incluye hasta trece medidas para reducir al menos en un 55 % las emisiones de CO2 en 2030 con respecto a los niveles de 1990, en lo que supone un paso intermedio hacia la búsqueda de la neutralidad climática en 2050.

La insatisfacción ante la recientemente aprobada normativa española quedó patente en la diputada de Más País-Verdes Equo, Inés Sabanés, quien defendió que “se ha quedado antigua” y pidió que durante su futura revisión se tenga en cuenta “objetivos al alza” que incluyan el incremento de la implantación de energías renovables “hasta el 50% en 2030 y el 100% en 2040”, así como un adelanto al fin de venta de vehículos basados en combustibles fósiles a 2030. Europa marca 2035.

Los representantes de los partidos en el actual Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, defendieron las medidas tomadas en materia de mitigación y adaptación en lo que va de legislatura, si bien la diputada socialista Helena Caballero reconoció que “aún queda mucho por hacer” y el diputado de UP, Juantxo López de Uralde, alabó “el cambio de modelo” que plantea la Comisión. El portavoz del Grupo Republicano, Joan Capdevila, dijo que la Ley de Cambio Climático, que “ha quedado raquítica en solo dos meses”.