Si nada lo remedia, Donostia se unirá mañana a la decena de municipios que están en la zona roja del coronavirus en Gipuzkoa, territorio que también se ha teñido de rojo y cuya incidencia se mantiene al alza, con 426,26 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. La capital guipuzcoana, concretamente, se ha quedado en una incidencia acumulada de 398,59 casos -el límite para pasar de naranja a rojo se sitúa en 400- tras sumar 58 positivos en 24 horas, al igual que Zumarraga, que con 397,11 casos es probable que acompañe a Donostia en esa lista a partir de este miércoles, según los últimos datos dados a conocer por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco.

En total, durante la jornada de este lunes se han diagnosticado 251 nuevos contagios en Gipuzkoa, de los que un tercio corresponden a Donostia (58), 29 se han detectado en Irun y diez tanto en Errenteria como en Zarautz, por poner solo un ejemplo de los municipios con más positivos, aunque casi la mitad de las localidades del territorio han registrado algún nuevo caso en las últimas 24 horas.

Respecto a la situación de cada una de las localidades, el número de pueblos de más de 5.000 habitantes en rojo no ha cambiado respecto al comienzo de semana. Siguen siendo diez: Astigarraga, Hernani, Hondarribia, Irun, Mutriku, Tolosa, Urnieta, Urretxu, Villabona y Zumaia. No obstante, son Hernani, con una incidencia de 1.888,29 casos, y Urnieta, con 1.127,40 casos, los más afectados por los nuevos brotes.

Pero también preocupante es comprobar que cada vez son más las localidades en naranja que se encaminan hacia la zona roja. En total hay 11 municipios en esta franja, además de los ya citados Donostia y Zumarraga, completan la lista Azkoitia (350,50), Beasain (349,48), Deba (398,59), Lazkao (372,87), Lezo (312,50), Oiartzun (366,48), Ordizia (317,78), Orio (326,16) y Zarautz (368,36).

A pesar de esta situación preocupante, hay indicadores que muestran como la evolución, que acaba de entrar en unos días clave, se mantiene estable. Por ejemplo, el número reproductivo básico, que mide la capacidad de contagio de cada infectado, sigue bajando y se sitúa en Gipuzkoa en torno al 1,22.