enía cita para, se suponía, recibir la segunda dosis de AstraZaneca, tras haberlo solicitado y renunciado a Pfizer. Si no hubiera habido problemas, su segunda dosis le tendría que haber sido inoculada el 30 de mayo, tras recibir la primera el 7 marzo, pero dijo que prefería esperar a que se le garantizara recibir AstraZeneca.

El pasado viernes se le comunicó una cita a la que tuvo que rechazar por fuerza mayor y el lunes “ya no salía en la pantalla la opción”. “Somos varios quienes lo hemos estado intentando hasta que ayer nos dejó el sistema y cogí hora para hoy a las 8.30 horas”.

Quien cuenta su experiencia es Begoña Ganzarain, andereño que optó por esperar a recibir las dos dosis de AstraZeneca.

Cuando llegaron ayer a Illunbe se encontraron con la sorpresa. “Nos dijeron que no había AstraZeneca, que sería un error y me ofrecieron ponerme Pfizer”, apunta.

Se lo pensó pero finalmente decidió aceptar, “porque se me acababa el plazo y me sentí entre la espada y la pared”.

Pero muchas de las personas que acudieron ayer a Illunbe, asegura, se negaron a recibir una dosis de Pfizer y el enfado por la situación creada fue grande.

“Si ya sabían que no iba a haber AstraZeneca para qué nos dan hora”, se preguntaba ayer Ganzarain.

Entre la gente que acudía a recibir la segunda dosis de AstraZeneca y quienes fueron a Illunbe tras ser citados para ser incoculados con la dosis de Pfizer que les correspondía “se crearon unas colas enormes”, abunda esta andereño donostiarra.

“La gente se ha ido calentando pero a mí me ha entrado la duda por el tema de plazos y me he acabado poniendo la Pfizer”, abunda. “Las enfermeras no tenían la culpa y nos informaban que nos iban a poner Pfizer, pero el enfado de quienes fuimos a por AstraZeneca fue grande”.

Tanto es así que acudieron a la oficina de información y emisión de certificados que se ha habilitado en la zona para expresar su malestar. “Nadie entendía por qué abren las listas si no hay vacunas”, añade.

“Nos ha parecido casi un chantaje, porque a muchos se nos pasa el plazo de largo, llega el verano... en fin”, señala.

“Me siento engañada, estafada y enfadada”, concluye Ganzarain que, además, al vivir en Iparralde considera importante disponer del certificado que acredita su vacunación. “No me engañes y me lleves para decirme o esto o nada”, concluye.

Por su parte, Osakidetza explicó lo ocurrido ayer en Illunbe por una mala interpretación en la comunicación. Fuentes de Osakidetza señalaron que la gente que esperaba la segunda dosis recibió un SMS con la hora para recibirla, recordando que por defecto se ofrece Pfizer, teniendo que rechazar expresamente tomarla y optar por AstraZeneca.

Osakidetza valora que el error puede deberse a que se haya mantenido la hora que tenían adjudicada para Pfizer cuando debían de haber solicitado otra, algo que Ganzarain niega ya que había vuelto a “abrirse la agenda la víspera para AstraZeneca”, lo que aprovecharon muchas personas para pedir la correspondiente cita.

“La gente se ha ido calentando y se han creado grandes colas, porque muchas personas han vuelto a rechazar la Pfizer”