a VII edición del Congreso Europeo de Turismo Rural (Coetur) que se ha celebrado estos días en Gipuzkoa ha supuesto una ocasión única para compartir experiencias en un año que, reconocen los expertos, ha sido bueno para el sector, ya que la pandemia ha favorecido el turismo de proximidad en los momentos en los que las limitaciones lo han permitido. El Centro de Encuentros y Reuniones Gandiaga Topagunea de Arantzazu ha sido la sede de esta cita, bajo el título Retos y Oportunidades del Turismo Rural en 2021, y en el que se ha analizado también la evolución de sector en las más de tres décadas de su historia.

Empar Baños, portavoz de Escapada Rural, destacar la importancia de encuentros como este, que comenzó a organizarse hace ya siete años. "Vimos que es necesario activar un punto de encuentro porque, en muchas ocasiones, las personas que gestionan los alojamientos rurales trabajan solas y no tienen relación con otros propietarios".

"Coetur es una oportunidad para poner en común problemas, ver juntos las oportunidades o informarse en materia de formación y de herramientas digitales" explica Baños. Tres décadas de actividad en este tipo de turismo conllevan muchos cambios. "El turismo rural ha evolucionado mucho y para numerosos propietarios sigue siendo una actividad complementaria, aunque hay empresarios que gestionan diversos negocios", añade.

Pero lo cierto es que "el sector se está profesionalizando cada vez más y el propietario es cada vez más empresario", ya que "domina las redes sociales, la parte económica, gestiona la base de datos de sus clientes, los envíos de emails... Este es el futuro, el de la actividad cada vez más profesional y que esperamos que sea única para la mayoría de los propietarios".

El actual es "un buen momento" para el sector, con diferencias a nivel estatal según zonas. "Durante la pandemia, lo poco que se ha viajado ha sido con turismo de proximidad. La gente se ha volcado en destinos de naturaleza y cercanos", abunda Baños.

"Pese a que ha sido un año difícil, también ha sido un año con más oportunidades para que el turismo rural se conociera más y llegara al viajero que hasta ahora no nos conocía", destaca la portavoz de Escapada Rural.

Ese impulso del sector se explica también en gran medida por la forma en la que las personas titulares de los alojamientos han invertido tiempo y recursos para, por ejemplo, ser agentes activos en la promoción del entorno en el que se ubican. "Se cuidan muchos aspectos, los propietarios trabajan para hacer alianzas con empresas de turismo activo y ya hablamos de experiencia rural, con una oferta de actividades, restaurantes, etc. No es solo decir tengo una casa y la alquilo, sino que hay una implicación con el territorio y los empresarios de la zona para ofrecer una experiencia completa".

El año de la pandemia ha sido un año de retos, de problemas y de oportunidades para un sector que, si se compara con otros, no lo ha pasado tan mal, aunque la bonanza ha llegado en meses muy concretos. "Nosotros hablamos de que hemos tenido cierta suerte en una situación de pandemia muy complicada. El turismo rural ha tenido una oportunidad, al estar el resto de establecimientos casi vetados. Porque no se podía viajar, no se podía coger un avión".

En estas circunstancias, "la gente necesitaba salir de casa después de meses muy duros y optó por lo que se podía hacer y le daba tranquilidad y seguridad, porque en un alojamiento rural podía estar aislado con su grupo burbuja", incide Baños.

"La pandemia en cierto modo ha dado la oportunidad de dar a conocer un sector turístico que estaba algo más relegado. Por ejemplo, el destino de sol y playa nos comía el verano, el turismo internacional tenía mucho peso. Este año nos ha dado una oportunidad y la hemos sabido aprovechar", apunta Baños que, pese a todo, reconoce que el sector también ha vivido meses muy duros con el confinamiento total.

"Esos meses hemos intentado profundizar en la formación online, animarles a que aprovecharan el tiempo para hacer obras y mejorar las instalaciones y para que se especializaran en algo", destaca la portavoz de Escapada Rural. Porque, añade, en el congreso se ha puesto sobre la mesa "el valor" que suma a los alojamientos rurales el hecho de "especializarse".

En un año anómalo con una respuesta quizá también anómala, el sector se enfrenta al futuro con la intención de plantar cara ante otras propuestas, "seguir estando ahí y consolidarnos ante los viajeros que no nos conocían y que ahora nos conocen, les gustamos y quieren volver".

Baños tiene claro que la vuelta a la normalidad conlleva "competir con los grandes actores, pero tiene que ser así, y nosotros tenemos que intentar seguir ahí y destacarnos por lo que podemos aportar de diferente". El pasado verano fue "muy, muy bueno" y el próximo "es diferente", ya que hay "otros tipos de turismos que empiezan a resurgir". "Nos toca trabajar muy bien para consolidar los viajeros que nos han conocido y ver con qué trozo del pastel nos quedamos", señala.