La Fiscalía ha mantenido su petición de un año y diez meses de cárcel para un socio de una cadena de sex shop con locales en distintos puntos del País Vasco que presuntamente se quedó con 7.349 euros de la empresa que habría empleado en gastos personales, han informado a la agencia Efe fuentes del caso.

Por su parte, la acusación particular, que ejercen los afectados, también ha mantenido su solicitud de cinco años de reclusión para el procesado.

El juicio por estos hechos, que ha tenido lugar en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, ha quedado visto para sentencia este lunes.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, la empresa fue constituida en 1995 en comunidad de bienes, por el acusado, su hermano y un tercer socio, este último con una participación del 25%.

De esta manera, el 75% de la sociedad, dedicada al alquiler de vídeos y cabinas, así como a "sex shop", correspondía al procesado y a su hermano, que "eran quienes se ocupaban en la práctica de la gestión de la actividad económica" ya que el tercer socio se mantenía "al margen de la misma".

El documento del Ministerio Público aclara que, "aprovechando tal circunstancia", entre los años 2008 y 2012, el encausado se apoderó presuntamente de un total de 7.349 euros "a través de distintas operaciones de transferencias, abonos y cargos efectuados en las cuentas bancarias" de la compañía.

El texto señala que el inculpado supuestamente utilizó este dinero "en su propio beneficio" y "con ánimo de lucro ilícito" para el pago de "actividades, servicios y suministros particulares".

De esta forma, presuntamente invirtió 711 euros en el pago de los gastos derivados de un pleito particular, otros 4.236 en las diferentes anualidades de los seguros de un coche, una moto y su vivienda, en la que también instaló una alarma por importe de 2.097 euros, y el resto en la provisión de fondos de un proceso ejecutivo privado.