El LABI técnico no prevé nuevas medidas ya que las actuales son "adecuadas"

En una entrevista en Euskadi Irratia, Fernández ha señalado que en las diferentes olas que se han registrado desde el verano el "pico" de la pandemia se ha ido rebajando.

De esta manera, el máximo en noviembre, en la segunda ola, fue de 850 casos por cada 100.000 habitantes tras 40 días de crecimiento y en enero de 650 después de 35 días de subidas, mientras ahora el ascenso comenzó el 10 de marzo y la tasa se sitúa en 363, lo que arroja una "perspectiva" sobre la evolución, ha explicado.

Fernández ha afirmado que se espera que "en los próximos siete" días se alcance el máximo, pero ha puntualizado que la dificultad de hacer previsiones es una de las "lecciones" que se han aprendido de la pandemia.

"En este momento estamos más cansados y cualquier subida nos hace mucho daño pero, para tener perspectiva, hay que saber que hemos estado mucho peor en enero y en octubre", ha indicado. Ha remarcado que la decisión de convocar el Labi institucional corresponde al lehendakari y ha avanzado en que la clave estará en que "si se confirma una tendencia ascendente se estará en un escenario y si eso no pasa en otro".

Incidencia de 400

Respecto a que el límite para situar a una localidad en rojo haya pasado de 500 a 400 se debe a que la pandemia "esta cambiando" y responde a que el objetivo es que "la incidencia no rebase los 400 o 500 casos". En todo caso, ha subrayado que habrá que analizar la tendencia y si esta se prolonga de forma ascendente "entonces habrá que pensar otras medidas se pueden tomar".

Fernández ha indicado que el Gobierno vasco ha empezado a analizar qué hará cuando finalice el estado de alarma y ha remarcado que "no parece" que para junio esté aprobada una ley antipandemia por lo que habrá que estudiar las herramientas jurídicas con las que cuenta.