- El incremento de migrantes a su paso por Irun que ha obligado estos días a habilitar recursos extraordinarios ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor coordinación entre Madrid y Euskadi. Así lo puso de manifiesto ayer la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, que reclamó una "respuesta común" junto al Gobierno central.

Irun trata de recuperar la normalidad paulatinamente. Un total de 106 migrantes durmieron la noche del sábado en los tres recursos habilitados por el Gobierno Vasco en Irun y Hondarribia.

Otras 98 lo han hecho en las últimas horas. La llegada de un centenar de migrantes, principalmente durante la noche del viernes, obligó a activar la segunda fase del plan de contingencia.

Se incrementaron así las 60 plazas habituales del refugio de Hilanderas con otras 30 en el albergue de peregrinos de Irun, mientras que en el de Hondarribia se tuvieron que preparar doce camas más.

Según datos facilitados por el Departamento de Políticas Sociales del Gobierno Vasco, de las 98 personas atendidas en estos recursos, 74 eran hombres, 20 mujeres y 4 menores acompañados.

Durante el fin de semana el director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, junto con personal de Cruz Roja coordinó desde el centro Hilanderas el dispositivo para atender a los migrantes, a quienes se les facilitó comida y bebida. Legarreta se desplazará hoy de nuevo al albergue de Cruz Roja de Irun para hacer declaraciones a los periodistas sobre la actual situación.